[quote]Este es un aspirante priísta que rompe con el silencio: la desmedida alza en la deuda tiene que ser castigada. Se dice crítico de su partido, el PRI, al que pide piso parejo para la definición de su candidato en 2017, hacia donde ya pisa el acelerador de su motocicleta[/quote]
VANGUARDIA/EL TIEMPO
Para Javier Guerrero, la política y el motociclismo -sus dos mayores pasiones- tienen un sentimiento aspiracional que las une: la libertad. Hoy levanta la mano para ser candidato a Gobernador en 2017. Se califica como un crítico de su propio partido y apela a la justicia ante el crecimiento de 11 mil por ciento en la deuda pública que se ha contraído en los últimos 11 años.
Por primera vez, un priísta levanta la voz con un: alguien debería estar en prisión.
-¿Alguien debería estar en la cárcel por eso?
Yo creo que sí, alguien ya está en la cárcel en Estados Unidos.
-¿Quién?
Javier Villarreal.
-Pero está libre…
Bueno estuvo (en la cárcel) y está en proceso.
-Y en México, ¿alguien debería estar en la cárcel?
Creo que primero el extesorero, para empezar.
-¿Y Humberto?
Humberto creo que -hasta donde supe- no firmó nada, pero tiene una responsabilidad moral allí. Él ha dicho que lo sorprendieron, pero me parece que allí tenemos un tema pendiente que es aclarar el destino de la deuda y si se identifica un responsable, que se castigue a ese responsable.
En 2005, Guerrero compitió internamente con “El Profe” por la candidatura priísta a la gubernatura. El columnista Heriberto Medina recuerda que el día de la inscripción en el proceso interno, Moreira salió primero de las instalaciones del PRI en el Bulevar Coss. Minutos después lo hizo Guerrero, enfrente del búnker tricolor Humberto estaba acompañado por simpatizantes.
El entonces Alcalde de Saltillo con licencia llamó a Guerrero. Ambos se saludaron efusivamente, y los dos se levantaron el brazo. Al día siguiente en la prensa local se deslizó una versión falsa: el exsecretario de Finanzas le levantó la mano a Moreira, reconociendo su virtual triunfo en la elección interna del PRI.
Probablemente desde allí hay un distanciamiento con la familia Moreira, pese a que en 2011 Rubén invitó a Javier a integrarse a su gabinete como secretario de Desarrollo Económico.
“Creo que hemos tenido buenos gobernadores. Rogelio Montemayor fue un buen gobernador, Eliseo Mendoza fue un buen gobernador, Enrique Martínez fue un buen gobernador.
“Yo no conocí a Humberto Moreira como Gobernador, bueno lo traté pero no conocí sus impulsos, pero por ejemplo Humberto es un gobernador que tiene muchos contrastes, yo lo conocí como compañero de gabinete, me parece que hay un tema polémico que tiene que ver con las finanzas y con la deuda, me parece que el monto de la deuda y la manera en que se endeudó el Estado fue, por decir lo menos, irresponsable”, disecciona el aún Diputado Federal.
En su lista incluye a Braulio Fernández como uno de los mejores Gobernadores del Estado, como alguien que admira. En su top -por alguna razón, consciente o inconsciente- no incluye a Rubén Moreira.
Guerrero recibe a VANGUARDIA una mañana de sábado en sus oficinas al Norte de la Ciudad. El sol pega a plomo sobre su motocicleta, su trauma: “tengo tres meses que no me subo”, dice sin saber que minutos después volverá a utilizarla.
Su oficina es un hervidero. Gente va y viene. Unos 15 colaboradores trabajan, están a unos días de presentar su informe de trabajo como Legislador Federal.
Él en mangas de camisa revisa papeles en su despacho, plagado de libros.
Otra de sus grandes pasiones, de sus pasatiempos. Fútbol, motociclismo y lectura.
“He de tener unos 10 mil libros”, desliza.
Antes de la charla platica sobre Kapuscinski, García Márquez, Balzac. Algunos de sus autores preferidos.
“Leo de todo, desde novela clásica, literatura, leo mucha biografía, autobiografía, historia, me interesa mucho, tengo un afán permanente, siempre estoy sintiendo que me faltó algo en la secundaria o en la prepa”, cuenta.
Su interés por la lectura llegó por accidente, como gran parte de las cosas que se pueden dar en la vida.
Volvamos el tiempo atrás, Javier era un niño que apenas iba a la secundaria en su natal San Pedro de las Colonias, sí la tierra de Francisco L. Urquizo, donde Francisco I. Madero escribió “La Sucesión Presidencial”. Sí, allí a unos kilómetros de Torreón.
“Empecé a leer de manera accidental cuando estaba niño, yo acompañaba a mis tíos a la manga a cuidar cabras, a ordeñar, y a mi tío Refugio García le gustaba leer las novelas de vaqueros, entonces cuando en vacaciones me iba con ellos, yo me iba un mes y me quedaba cuidando cabras”, recuerda.
-¿Tú si me puedes decir cuáles son los tres libros que cambiaron tu vida?
Jajaja, por etapas: Lobo Estepario, Bajo las Ruedas, en la secundaria que eran como clásicos, Metamorfosis de Kafka.
Te diría El Laberinto de la Soledad, que fue un clásico en la época de la preparatoria. Ya en lo profesional, todo García Márquez, en especial Cien Años de Soledad, que en un inicio no le entendí muy bien. Nunca le he entendido a Rayuela y por algo será. Pero me aventé El Recurso del Método, leí algo de Voltaire en esa época, y leí esta novela latinoamericana de Augusto Roa Bastos.
Y luego me fui adentrando a Balzac, La Comedia Humana que tiene novelas casi en cada pasaje. Ah y Vislumbres de la India y George Steiner.
Javier niega haber sido un nerd ante tanto apego a la lectura. Bueno, recula: “sí fui algo aplicado”.
En Maestría presume haber sido el promedio más alto, lo que le valió ser invitado a trabajar en Presidencia, cuando Miguel de la Madrid era el inquilino de Los Pinos. Allí comenzó en la coordinación de Giras Presidenciales. Iba comenzando a afianzar su carrera.
Para 2017, Guerrero vislumbra un reto: recuperar la confianza y la credibilidad hacia la población. Sólo así, el PRI podría aumentar sus posibilidades para mantener la gubernatura de Coahuila, la única entidad norteña fronteriza que sigue siendo virgen en eso de la alternancia.
-¿Tú le quieres entrar al 2017?
Voy a estar
-¿Con el PRI o sin el PRI?
Voy a estar
-¿Con el PRI o sin el PRI?
Voy a estar, jajaja, entraste a las preguntas provocativas, yo quisiera estar en el PRI, voy a buscar ser el candidato del PRI, quiero estar en la boleta, tengo la convicción de que voy a estar en la boleta, creo que tengo méritos, tengo conocimientos, tengo capacidad y creo que la política tiene que recuperarse en su sentido más profundo y su sentido más profundo es el sentido ético, el sentido del compromiso.
SUFRE POLÍTICA RUPTURA ÉTICA
El exalcalde de San Pedro de las Colonias cuestiona que en el ejercicio de la política en general ha habido una ruptura ética, ha habido un extravío que se refleja en la deuda, pero también en problemas de atención a carencias.
-A ver, ¿a poco hay políticos priístas decentes en Coahuila?
Claro, en Coahuila y en México
-Enfoquémonos en Coahuila, ¿quiénes?
Te voy a hablar de la gente que he conocido
-¿Te vas a poner en esa lista?
No, pero la gente tiene que opinar, en la política, en el PRI, en el PAN, en el PRD hay gente decente que tiene un compromiso con las cosas más importantes del Estado y del País
Rehúye a hablar de los defectos de otros calefactos. Aunque prefiere hablar de las virtudes.
Comienza con Miguel Riquelme, el alcalde priísta de Torreón, a quien más allá de identificar como el candidato oficial, destaca su valor del trabajo como su principal virtud.
-Ayúdame a entender, alguna vez dijiste que en cuanto a la definición del candidato, no tenía que “ser una imposición ni una simulación”, ¿qué quieres decir con eso?
Que cualquiera que sea el método tiene que ser un método creíble, que respete la voluntad de los militantes y que sea incluyente, en condiciones de equidad, de piso parejo, de reglas claras.
-¿Y si no hay equidad y piso parejo?
No voy a participar
-¿Ni a cambio de algo: una diputación, alcaldía?
Soy diputado, fui Alcalde, jajaja, voy a seguir haciendo política. Los puestos son una circunstancia y yo tengo vocación política.
Guerrero se dice un hombre de familia. Tiene tres hijas, su esposa, y ahora como abuelo le ha cambiado la vida. Tener nietos es como una “dimensión desconocida”.
Un integrante de su equipo de trabajo confiesa que sus nietos le han dado un giro a sus días. Ahora es común verlo jugar con ellos tirado en el piso. Subirse a la resbaladilla de plástico que tiene en su casa. Es otro. Cuando habla de ellos, rompe el gesto adusto, serio, se muta en una sonrisa que aparenta ser genuina, alejada de las artes de la política.
“Llego (de Ciudad de México) y me voy a ver a los nietos, y les digo te quiero, lo que para mí muchas veces es muy complicado, porque fue muy difícil con mis hijas, con mis nietos no hay barrera ni ningún tipo de contenciones.
“Soy de un carácter muy hosco, muy serio, difícilmente transmito mis emociones, las tengo y aunque soy muy intenso, como que siempre quise separar mi actividad profesional de mi vida personal y la actividad con mis hijas, sobre todo por mi propia personalidad, ahora me arrepiento porque creo que me perdí etapas importantes de sus vidas”, reflexiona.
Su familia juega un papel preponderante. Le dedica la mayor parte de su tiempo libre. Se describe poco social, pero comparte sus pasatiempos con su familia. Nicté, su esposa, es su compañera con la que va por un trago. Whiskey, vino tinto, cerveza, son las tres bebidas predilectas, aunque acota ser sólo un tomador social.
En esas veladas, en las que de vez en cuando está algún amigo, se escucha música romántica: Guadalupe Pineda, Tania Libertad, José José, Juan Gabriel, Marco Antonio Muñiz, Vicente Fernández.
Con sus hijas lo une la afinidad de la lectura. Mónica y Alejandra son devoradoras de literatura.
“He intentado inculcarles a mis hijas el hábito de leer, dos de ellas son devoradoras de lectura: Alejandra y Mónica, siempre les he estado comprando libros o me preguntan: ¿oye papá, tal novela?, y yo estoy en México y ellas en Saltillo, y ya le digo mira vete a la biblioteca, en el segundo estante allí está”.
Su familia respalda su otra gran pasión, el motociclismo.
“Trato cuando puedo salir, no salgo como yo quisiera, tengo tres meses que no he salido y cuando salgo, me voy hacia Monclova, hacia Linares, hacia Parras, a la sierra, cuatro horas en domingo y me quedo ‘pajita’. Es el trauma, porque me gusta mucho y normalmente no tengo con quien salir o no puedo salir”, se lamenta.
Esta mañana que charla con VANGUARDIA, un amigo le llamó para una rodada. No pudo, prefirió esta conversación.
En lo que coinciden las cuatro mujeres que lo acompañan es en apoyarlo hacia 2017.
“Siempre han estado conmigo. Cuando yo levanto la mano, yo discuto con ellas; ahora quiero regresar al Estado y recuperar mi calidad de ciudadano y político coahuilense”, cuenta.
Aunque también les ha tocado vivir ataques políticos. En noviembre de 2008, una banda de ladrones entró a su hogar al norte de la ciudad. Se llevaron dinero, documentos. Algunas versiones periodísticas apuntaban que eran más de seis millones de pesos, pinturas valiosas, joyas. Pero no era así, dice Guerrero, eran cerca de 60 mil pesos y mil libras esterlinas, es decir, en total con el valor de ese entonces, 80 mil pesos.
“Fue una campaña de alguien que filtró la nota, a mí me dijeron en Palabra que había sido una nota filtrada de la Procuraduría del Estado, cuando yo hablo con el Procurador me dice que no es cierto, que es una nota que salió de Coahuila y que tiene una intención política, tú puedes leer las entrevistas que me hicieron y dije es una infamia”, critica a la par que señala que pusieron en riesgo a su familia.
En aquel entonces, el Gobernador de Coahuila era Humberto Moreira Valdés.
-¿Para ganar en junio hay que desligarse de los Moreira?
Para ganar en junio hay que recuperar la confianza en la población.
-¿Desligarse de los Moreira ayuda?
Yo no quisiera plantearme en términos de un prejuicio, yo creo que para ganar la elección hay que consolidar y recuperar la confianza de la sociedad de Coahuila, tener un ánimo social que impulse la participación.
-¿Qué es lo que vislumbras que no se ha hecho en este gobierno que se debe hacer?
Creo que tenemos que impulsar una política de desarrollo regional que les dé oportunidades de crecimiento y empleo a la Región Carbonífera, a la Región Norte, a La Laguna y consolidar lo que se viene haciendo en Saltillo. Reforzar lo que se ha venido haciendo en temas de seguridad, generar un piso de bienestar mínimo para la población.
-Dices seguridad, ¿tienes miedo de venir a Coahuila?
No, ni en las peores circunstancias y ando solo, sin seguridad.
-¿Qué te da más orgullo de Coahuila?
Su gente.
-¿Qué te avergüenza?, eso que dices, esto no lo podemos tolerar.
La injusticia, la (in)capacidad de que tengamos respuestas a temas de salud, la (in)capacidad de dar cobertura en atención en todos los niveles, fundamentalmente en temas de salud.
-¿La política tiene alguna similitud con el motociclismo?
Como aspiración, tema aspiracional, el sentimiento de la libertad
-Tienes tres meses que no te subes a la moto, ¿ya le vas a pisar en la moto de la política?
Ya, a toda velocidad