La ciudad boliviana de Santa Cruz, la mayor del país, cumple este primer fin de semana de 2021 fuertes restricciones de circulación de gente y vehículos, además de la suspensión de toda actividad para frenar el rebrote de la covid-19.
Las calles cruceñas amanecieron mayormente vacías y tan solo se advirtió la presencia de algunos vehículos y uno que otro ciclista, en cumplimiento de la prohibición de circulación que rige este sábado y domingo.
La medida fue dispuesta por el Gobierno municipal cruceño, cuya máxima representante, la alcaldesa interina Angélica Sosa, inauguró la jornada con un evento en el que le acompañaron el subcomandante de la Policía Departamental de Santa Cruz, Marcelo Flores, y el comandante de la Octava División del Ejército, Igor Serrudo.
"Hoy pedimos este sacrificio de dos días, es una restricción para quedarse en casa, para esperar a nuestras brigadas médicas", explicó Sosa.
Este sábado y domingo se desplegarán 7,000 personas, entre médicos y funcionarios municipales, que harán visitas a domicilio en esta ciudad de cerca de millón y medio de habitantes.
Las brigadas médicas hacen un "rastrillaje" para detectar nuevos casos y entregan kits médicos a las personas contagiadas.
También administran de forma preventiva dosis líquidas de Ivermectina, un antiparasitario autorizado en el país para bajar la carga viral, según han explicado los funcionarios municipales.
Unos 600 militares y 400 policías controlan que solamente circulen los vehículos con autorización, mientras que el municipio también realiza acciones de desinfección en lugares habitualmente concurridos, como los mercados populares.