Las autoridades de El Salvador decomisaron entre enero y diciembre de 2020 al menos 2.93 toneladas de deferente tipos de drogas, valoradas en más de 48 millones de dólares, informó la Presidencia del país centroamericano.
La fuente, que retoma las estadísticas de la División Antinarcóticos de la Policía Nacional Civil (PNC), señaló que la mayoría de droga incautada es cocaína, con 1,86 toneladas y con un valor económico en el marcado negro de alrededor de 46 millones de dólares.
También indicó, sin especificar, que se reporta un aumento en la requisa de otras drogas como metanfetamina y éxtasis.
La Presidencia agregó que "las incautaciones son el resultado de la intensa operatividad desplegada por los agentes policiales y soldados de la Fuerza Armada en todo el país".
El tráfico de drogas en pequeñas cantidades es una de las principales fuentes de ingresos económicos de las pandillas, fondos que después lavan en pequeños negocios.
Sólo la pandilla Mara Salvatrucha (MS13) recolecta unos 700,000 dólares mensuales mediante esta actividad ilícita, a la que se suman los fondos obtenidos mediante la extorsión a comerciantes y ciudadanos por más de 2 millones de dólares mensuales.
Estos datos fueron revelados por un supuesto líder retirado de la MS13, quien declaró como testigo clave de la Fiscalía General de la República (FGR) en un juicio que en el que fueron condenados 373 pandilleros.
El testigo, identificado únicamente como "Noé", también señaló que la MS13 buscó establecer alianzas con los carteles de la droga de México y Guatemala para traficar narcóticos prohibidos y armas.
El Salvador es parte de una lista del Gobierno de Estados Unidos que identifica a 22 países como grandes productores o plataformas para el tráfico de drogas.
La lista es completada por Afganistán, Bahamas, Belice, Birmania, Bolivia, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, Haití, Honduras, India, Jamaica, Laos, México, Nicaragua, Pakistán, Panamá, Perú y Venezuela.