Solo se trató de una ocurrencia para atraer clientes a su negocio de postres
TEMAX, Yuc.- Un enorme muñeco que representará al "año viejo" 2020, causó revuelo debido a su gran tamaño y que fue confeccionado por manos yucatecas en este municipio del centro del Estado. Se trata de Joel Aranda Carmona quien ideó y armó este muñeco, e informó que solo se trató de una ocurrencia para atraer clientes a su negocio de postres, así como para vender más muñecos de este tipo que confecciona año con año.
"Fue una idea loca que se me ocurrió. Hace 3 años no lo pude hacer, hace 2 años salí de vacaciones y el año pasado se me ocurrió hacerlo con lo de la pandemia y debió ser más grande pero no se pudo, entonces, busqué quien confeccionara las telas, que hiciera la cabeza, el traje y pues, este año, pude armar un muñeco de buen tamaño", relató. Este muñeco que representará al "año viejo" que termina. Mide poco más de 3 metros de altura y se caracteriza por la vestimenta de color blanco, sombrero y alpargatas típicos del mestizo de Yucatán.
El creador señaló que no pretendía venderlo, aunque al final lo hizo, y ahora está a la vista de todos los habitantes de Temax, luego de que la Comuna se lo compró hace unos días. "Al principio era hacerlo y si le salía comprador, adelante. Una de las ideas era vendérselo al municipio y así fue. De hecho, no tiene nada de pirotecnia y si se piensa quemar en el palacio, ya ellos verán qué hacer", explicó.
El Ayuntamiento de Temax aseguró que el muñeco será "quemado" el fin de año para mantener la tradición que se tiene arraigada en la comunidad y el estado de Yucatán año con año.
El de Acanceh es el más grande
Este muñeco no es el primero ni el único en la entidad, ya que en la localidad de Acanceh, al sur de Yucatán, la familia Guerrero Dzul es quizá la más conocida en la población de los "mascarones mayas" por confeccionar al viejo más grande del estado con sus 5.4 metros de alto y 150 kilos de peso.
Julián Guerrero decidió este año no hacer el "viejo" debido a la pandemia del Covid. Y es que esta tradición nació por una promesa que le hizo a su hijo, quien falleciera durante la crisis sanitaria de Influenza AH1N1 en el año 2009.