Menos películas y más caras.
La pandemia arrasó con nuevas filmaciones. La Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas reportó, en las primeras semanas de confinamiento, que más de 40 producciones, entre cintas y series, habían sido detenidas por la contingencia. De acuerdo con el Anuario Estadístico del Cine Mexicano editado por el Imcine, en 2019 se produjeron 216 largometrajes entre ficción y documental, esto es 18 mensuales, en promedio.
Desde julio, cuando la cinta "Tratado" reinició actividades, a la fecha, poco más de una decena de producciones han dado claquetazo. La gran mayoría han sido en la Perla Tapatía, como Martínez con el chileno Francisco Reyes. Otras decidieron filmar en distintas entidades, como sucedió con 25km/h, protagonizada por Ana Serradilla y Mauricio Ochmann. Y muy pocas. como Ahí te encargo a mi mamá, ópera prima de Mara Escalante, en la capital mexicana.
Aleks Lira, gerente de locaciones y fundador del grupo El Gremio, que aglutina a trabajadores de la industria audiovisual, refiere que de los más de 30 mil integrantes de la comunidad, al menos el 50% no ha podido trabajar en cine o televisión. "Y están trabajando en lo que se pueda, Uber eats o vendiendo cosas para poder sostener a sus familias", expresa Lira.
Los rodajes se hicieron más costosos, entre un 20% y 30% de su habitual presupuesto de 30 millones de pesos en promedio, debido a la implementación del protocolo sanitario que incluye gel, caretas, tapetes y pruebas preferentemente PCR. También se establecieron cosas como horarios escalonados de comida, transporte cuidando la sana distancia y sanitización de los espacios.
También debieron aprender a hacer lo mismo con menos. Con sólo poder utilizar, en entidades con color naranja, un máximo de 30 personas en set externo, o 10 en set interno, varios trabajadores tenían que hacer dos o más funciones en la producción. La producción de 25 km/h, de los estudios Sony, ha realizado más de mil 500 pruebas PCR y de antígeno, aplicadas constantemente tanto al equipo de filmación como a los extras y al personal satélite y servicios contratados directa o indirectamente por la producción.
"Sí es más caro, pero nada vale más que la salud de la gente y tenemos que aprender a trabajar con esto", considera Santiago García, productor del filme. En la Ciudad de México, donde ha pegado más el coronavirus, la Comisión de Filmaciones ha comenzado una campaña entre integrantes de la comunidad audiovisual para que en estas fechas no salgan de casa.
"Se ha hablado con productores que de poco sirve que hayamos cumplido con la curva de aprendizaje en protocolos, de ser estrictos, si se pierde todo en los descansos de la mitad del sábado y todo el domingo, cuando generalmente descansan todas las producciones", recalca Guillermo Saldaña Puente, director de la Comisión. "Los protocolos han funcionado; en una serie, por ejemplo, de 600 pruebas que se hicieron, se dieron 30 contagiados, un porcentaje muy bajo, pero que protege a todos", agrega.
Negra realidad
México, que hasta el año pasado ocupaba el cuarto escalón mundial en venta de boletos y promediaba 2.4 veces idas al cine por persona, este 2020 se desplomó debido a la pandemia del Covid-19, quedando en el octavo sitio y yendo a salas únicamente .50 veces, respectivamente. "Ha sido una etapa negra", dice Fernando de Fuentes, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica.
De las alrededor de 400 películas que llegaron a cines, cifra menor a la de 2019, cerca de 50 de ellas fueron nacionales, de las cuales la gran mayoría fueron reestrenos como Ana y Bruno y El club de los insomnes, buscando atraer público en la apertura gradual de salas desde junio. La más vista fue Cindy la regia, con 1.8 millones de asistentes, seguida por Loco por ti, con 1.2 millones de boletos vendidos, continuando con Veinteañera, divorciada y fantástica, la cual llevaba 10 días en cartelera cuando los cines cerraron en marzo, siendo relanzada tres meses después, contando 750 mil espectadores.
De acuerdo con la Cámara, el cine nacional generó 7.5 millones de boletos, representando cerca del 12% del total de taquilla general, que se quedó en 62 millones de butacas ocupadas hasta el pasado 13 de diciembre. El porcentaje, señala Tábata Vilar Villa, directora de la Canacine, es el más alto obtenido por producciones locales en los últimos años. En un año en el que las producciones nacionales en todos los países respaldaron a las salas exhibidores, México no fue la excepción. Si los grandes estudios estadounidenses movieron sus grandes estrenos para 2021, las creaciones locales ocuparon ese sitio.
"Esa es un área de oportunidad", subraya Vilar Villa. "En México, la taquilla bajó en un 81% y el China sólo cayó el 67% durante la pandemia y eso se debe a la producción local, no tanto a su dependencia de las producciones americanas".
"Lo mismo sucede en Francia, se requiere más producto mexicano, sí fue un 12%, pero un porcentaje sobre una taquilla pequeña", agrega.
El 2020 será recordado, además, como el año en que el Gobierno Federal desapareció Foprocine y Fidecine, figuras responsables de apoyar historias de corte autoral y comercial.