Durante 15 días, Francisca luchó por su vida, pues el Covid-19 amenazaba con impedirle volver a ver a su familia.
La sonrisa de Francisca Hernández, de 91 años, lo dice todo. Al salir del Hospital Baudelio Villanueva del ISSSTE, habla de la felicidad que siente al volver a ver a su hija, de poder sentir en su rostro los rayos del sol y el viento fresco.
Durante 15 días, Francisca luchó por su vida, pues el Covid-19 amenazaba con impedirle volver a ver a su familia.
Esta mujer fue llevada al Hospital del ISSSTE en Reynosa, pues su saturación de oxígeno era menor a 80, presentaba gripe y dificultad para respirar.
Ahora, al salir por la puerta de urgencias, lo primero que hace Francisca es extender su brazo para bendecir a médicos y enfermeras que estuvieron atentos a su salud y gracias a lo cual puede regresar a casa para seguir con su recuperación física.
En silla de ruedas pero con el mejor de los ánimos, Francisca cuenta cómo el coronavirus comenzó a afectar su salud al grado de impedirle respirar.
"No tenía calentura ni dolor de cabeza, era como una gripe que no me dejaba respirar, por eso me trajeron al hospital. Me dieron medicinas, inyecciones, me cuidaron muy bien y pues ya pude salir. Estoy contenta, me siento muy bien", menciona mientras la suben a la ambulancia para ser trasladada a su hogar.
Francisca se despide con gusto de quienes durante 15 días se convirtieron en su familia, cuidaron de su salud y observa con mucho mayor gusto a una de sus hijas, quien ya la espera para poder llevarla a casa.
Arduo trabajo. Armando Covarrubias, médico encargado del área de Covid en el hospital del ISSSTE de esta frontera, asegura que, aunque el trabajo ha sido arduo, han aprendido a tratar al coronavirus y además los ciudadanos están acudiendo a recibir atención al primer síntoma que presentan.
"No sé si ya aprendimos a tratar la enfermedad, estamos recibiendo pacientes menos graves, ya que al primer síntoma acuden al hospital y eso ayuda.
En el caso de Francisca, añade, no fue necesario intubarla, pues con el medicamento que se le aplicó su salud pudo mejorar y finalmente dejar el hospital.
"Se va en silla de ruedas, saturado arriba de 95% y para nosotros es un logro, porque el 100% de los que llegan se van en perfectas condiciones.
"Hemos recibido hasta hace dos meses a un total de mil 66 pacientes, de los cuales 700 fueron positivos; 350, internados, y 16, defunciones", detalla.
Asimismo, comenta que desafortunadamente, 10 de esas defunciones se registraron a las afueras del hospital, ya que los pacientes llegaron en malas condiciones de salud y no pudieron ser ingresados.
"Actualmente lo que estamos viendo es que los pacientes que logran recuperarse y volver a casa están presentando cuadros de ansiedad luego de que estuvieron varios días internados.
"Los estamos apoyando con atención sicológica para que puedan superar esto y retomar su vida normal con los cuidados necesarios", finaliza el médico.