El hombre que esta madrugada asesinó a tres policías e hirió a un cuarto en el centro de Francia se suicidó tras cometer las muertes, anunció el fiscal responsable del caso.
El tirador fue identificado como Fréderic Limole, de 48 años, quien llevaba un arma de guerra, así como varias pistolas automáticas y cuatro cuchillos, señaló el fiscal de la república en Clermont-Ferrand, Éric Maillaud, en conferencia de prensa.
El fiscal definió a Limole como un hombre con formación militar, "católico practicante", incluso "muy extremista", que estaba convencido de que el final del mundo estaba cerca y había seguido cursos de supervivencia.
Limole, que participaba en competiciones de tiro deportivo, tenía antecedentes judiciales por violencia conyugal y problemas en el pago de pensión a su exesposa y su hija.
La policía llegó al domicilio donde residía con su actual pareja después de que ésta llamara a una amiga porque el hombre le había golpeado en la cara.
La primera patrulla de dos gendarmes encontró en el domicilio a un hombre, que estaba fuera de sí, y que disparó contra los agentes cuando trataban de rescatar a una mujer que se había refugiado en el tejado. Después, el sospechoso incendió la vivienda.
Uno de los agentes murió y otro resultó herido en una pierna. Posteriormente, otros dos agentes que llegaron junto con los bomberos murieron por los disparos del hombre.
El fiscal definió el lugar de los hechos, en la pequeña aldea de Saint-Just, en el departamento de Puy-de-Dôme, como "una auténtica escena de guerra".
Las autoridades lanzaron una amplia operación de búsqueda en esa zona rural, boscosa y semidespoblada, con unidades especiales de la policía.
Los agentes encontraron poco después, a poco más de un kilómetro de distancia de la vivienda, el cuerpo de Limole en su automóvil, con un disparo en la sien.
"Según los resultados preliminares de la autopsia, todo nos hace pensar que se ha suicidado", afirmó el fiscal, aunque recalcó que aún queda "mucho trabajo que hacer" para determinar las causas de la matanza.
Explicó que las autoridades están interrogando a su actual compañera, que hasta ahora no había denunciado violencia doméstica.
Limole, podador de profesión, fue definido por el fiscal como un hombre con entrenamiento militar, que practicaba el tiro deportivo y participaba en competiciones de ese deporte.
El suceso, el peor de este año para las filas de la policía francesa, fue lamentado de forma unánime por el Gobierno.
Los tres agentes caídos, que dejan cuatro huérfanos, "son nuestros héroes", afirmó el presidente Emmanuel Macron, mientras que el ministro del Interior, Gérald Darmanin, se desplazó al lugar y mostró su apoyo a la policía y eligió en un comunicado "el valor y el compromiso" de los policías muertos "al servicio de Francia".