El líder opositor ruso, Alexéi Navalni, publicó hoy una conversación telefónica en la que supuestamente arranca una confesión a uno de los agentes que participó en agosto pasado en una operación secreta para su envenenamiento con el agente químico Novichok, de fabricación rusa.
"Si (el avión) hubiera volado un poco más de tiempo, por ejemplo, y no hubiera aterrizado ahí de manera brusca, de alguna forma, puede ser que todo hubiera ido de manera diferente", dice Konstantín Kudriavtsev, presunto agente del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB), durante el diálogo con Navalni que éste colgó en su página web y su canal de Youtube.
Kudriavtsev, al que el opositor identifica como un experto químico de los servicios secretos, admite que sus jefes no contaban con que el avión en el que viajaba Navalni aterrizara de emergencia en la ciudad siberiana de Omsk después de despegar poco antes de Tomsk.
El supuesto agente reconoce que la actuación de los médicos del aeropuerto, que le suministraron un antídoto a Navalni, abortó la operación y salvó la vida del político opositor, aún convaleciente en Alemania.
Navalni, que se hizo pasar por un alto cargo del Consejo de Seguridad de Rusia, mantiene que Kudriavtsev no participó directamente en el envenenamiento, sino en la destrucción de pruebas.
Durante la conversación, el químico admitió haber "tratado" la ropa de Navalni -traje, camiseta, ropa interior, mascarilla, etc- para borrar toda clase de rastro, prendas que el opositor ha exigido, en vano, que le sean devueltas.
En respuesta a la preguntas del opositor, el supuesto agente desveló que la sustancia tóxica, Novichok, fue rociada en el interior de la parte del "calzoncillo" que protege los órganos genitales.
Kudriavtsev cita, entre otros, al coronel Stanislav Makshakov, científico militar especializado en armas químicas y presunto coordinador de la operación de envenenamiento de Navalni.
La conversación telefónica tuvo lugar horas antes de que el 14 de diciembre el medio digital Bellingcat, sus socios "Der Spiegel" y CNN, denunciaran junto a Navalni que un comando de expertos en armas químicas del FSB estaba implicado en su envenenamiento.
Según dicha investigación, operativos del FSB siguieron a Navalni en sus viajes por Rusia, coincidiendo en 37 ocasiones en los mismos destinos en 2017, 2019 y 2020, incluido en agosto pasado en Tomsk, donde el opositor fue envenenado.
Navalni decidió publicar la grabación solo después de la rueda de prensa anual del presidente ruso, Vladímir Putin, al que acusa de ordenar personalmente su asesinato.
Al respecto, Putin replicó que EU está detrás de dicha investigación y, por primera vez, justificó el hecho de que el opositor sea vigilado por el FSB por contar con el apoyo de los servicios de inteligencia estadounidenses.
Putin, que nunca cita a Navalni por su nombre, ha culpado a las autoridades alemanas de negarse a cooperar con Rusia para esclarecer el crimen y negó que haya motivos para incoar un caso penal.
Navalni considera que la grabación es motivo suficiente para la detención tanto de los que intentaron asesinarle como de aquellos que les ayudaron a ocultar todo rastro del crimen.