Los países de la Organización Mundial del Comercio (OMC) acordaron hoy prolongar las discusiones sobre una propuesta de India y Sudáfrica para que se puedan copiar todas las tecnologías útiles en la lucha contra la covid-19, incluidas vacunas, tratamientos y test de diagnóstico.
El asunto fue debatido hoy en el Consejo General de la OMC, el máximo órgano permanente de decisión, al vencerse el próximo día 30 el plazo para que la organización se pronuncie en favor o en contra de esta propuesta, que ha despertado grandes expectativas entre los países en desarrollo.
Sin embargo, al no existir consenso los países se pusieron de acuerdo para hacer una excepción y proseguir con la discusión en enero, durante el encuentro que se celebrará para debatir los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio, explicó en rueda de prensa el portavoz Keith Rockwell.
El objetivo de la iniciativa es aprobar una excepción temporal a la obligación de respetar las patentes registradas en relación a productos esenciales para terminar con la pandemia.
Ello durante el tiempo que tome que la población mundial desarrolle una inmunidad colectiva (alrededor del 70 % de personas).
Los miembros de la OMC que se oponen a la propuesta indo-sudafricana (Estados Unidos, Australia, Noruega, Suiza, Brasil, Canadá, Japón, Reino Unido y la Unión Europea) han mantenido hoy su posición.
Centros neurálgicos la mayoría de ellos de la industria farmacéutica, no están de acuerdo con dejar de aplicar las patentes que protegen los avances científicos realizados para luchar contra la pandemia y permitir que copias de estos productos puedan empezar a producirse en otros países, a gran escala y precios inferiores.
Sostienen que el sistema internacional de patentes es el que hace posible que la industria farmacéutica invierta los recursos que requieren la investigación y desarrollo, al garantizarle un beneficio futuro.
Sin embargo, la pandemia ha generado una situación inédita ya que la mayoría de investigaciones para encontrar tratamientos y vacunas contra el coronavirus -en un tiempo récord en este último caso- se han financiado con dinero de organismos públicos de países desarrollados.