El vicepresidente saliente de EU, Mike Pence, hará su último viaje al extranjero en su cargo actual justo después de encabezar una sesión en el Congreso en la que tendrá el incómodo papel de ratificar la victoria electoral de Joe Biden, algo que el mandatario Donald Trump todavía no admite.
Pence viajará del 6 al 11 de enero a Baréin, Israel, Polonia y posiblemente otros países aún por definir, según un documento oficial obtenido este jueves por el diario Politico y la cadena NBC News.
La gira, que la Casa Blanca todavía no ha confirmado oficialmente, comenzará justo después del último paso clave en el proceso electoral estadounidense: la reunión que mantendrán el 6 de enero las dos cámaras del Congreso para poner el sello final al resultado de las elecciones del 3 de noviembre.
Después de que el Colegio Electoral corroborara este lunes la victoria de Biden, que obtuvo 306 votos electorales frente a los 232 de Trump, el Senado debe contar los resultados de cada estado y darles el visto bueno.
Pese a los amagos de Trump y unos pocos aliados de interferir en ese proceso en el Congreso, es prácticamente imposible que consiga darle la vuelta al resultado en los estados clave.
Pence, en su calidad de presidente del Senado, tendrá el cometido de encabezar la sesión conjunta, por lo que se espera que tenga que asumir el desagradable papel de declarar su propia derrota -y la de Trump- mientras el presidente saliente insiste en que ha habido un fraude, algo de lo que no hay pruebas.
Salir inmediatamente después del país le permitiría esquivar a Trump y su insistencia en denunciar un fraude, que Pence ha evitado repetir demasiado a menudo, quizá debido a sus propias aspiraciones de presentarse a la Presidencia en 2024.
"Sospecho que el momento elegido para el viaje no es coincidencia para nada", dijo un aliado de Pence, que pidió el anonimato, a Politico.
El viaje también le permitiría acabar su mandato como vicepresidente en un tono positivo, al centrarse en la política exterior y celebrar el acuerdo de normalización de relaciones entre Israel y Baréin, en el que medió Estados Unidos.
El Gobierno de Trump ha auspiciado en los últimos meses cuatro acuerdos de normalización de relaciones de países árabes con Israel: los de Emiratos Arabes Unidos (EAU), Baréin, Sudán y Marruecos.
La actual Casa Blanca considera ese punto uno de los mayores logros del legado de Trump, y visitar la región sería una oportunidad de sacar pecho para Pence, que ha viajado mucho al extranjero como vicepresidente pero no sale del país desde el pasado enero, cuando fue a Roma y Jerusalén.