La temporada de lluvias de este año en Sudán del Sur ha dejado a más de un millón de personas afectadas por las inundaciones, incluidas 481,000 que se han visto obligadas a desplazarse, alertó este jueves el Comité internacional de la Cruz Roja.
“Grupos de miles de desplazados en al menos cuatro estados de Sudán del Sur (…) enfrentan un riesgo cada vez mayor de padecer hambre y enfermedades y carecen de la atención sanitaria adecuada”, indicó la organización asistencial en un comunicado en su página web.
Ante esta situación, Cruz Roja, que dijo haber asistido ya a 72,000 damnificados, ha lanzando una campaña de recolección de fondos para prestar asistencia a 117,000 personas, las más afectadas por las inundaciones.
Aproximadamente, entre los meses de junio y octubre tiene lugar la estación de lluvias en esta zona de África, pero este año las precipitaciones han sido especialmente intensas.
En el vecino Sudán, las inundaciones causaron más de 120 muertos y por encima de los 770,000 afectados.
En Sudán del Sur, explicó Cruz Roja, “las carreteras están cortadas, pueblos y ciudades enteros están anegados, casas e instalaciones sanitarias han resultado dañadas”.
“La gente está buscando refugio en las zonas altas y no tiene alimentos, por lo que muestra signos de desnutrición y está expuesta a enfermedades por la falta de acceso a agua potable”, añadió.
El pasado martes, el jefe de la Misión de la ONU en Sudan del Sur (UNMISS), David Shearer, presentó un informe al Consejo de Seguridad, el organismo internacional, en el que advirtió de que la inseguridad alimentaria afecta a la mitad de la población del país.
Según Shearer, el proceso de paz que arrancó en agosto de 2018 para poner fin a más de cuatro años de conflicto entre el Gobierno y las milicias rebeldes avanza con retraso y que se está generando una “tormenta perfecta” que amenaza a los más necesitados.
Entre los factores que contribuyen a esto citó los desplazamientos por las inundaciones y el conflicto, la pobreza generalizada, la pérdida de cultivos y ganado y el empeoramiento de la situación por la pandemia de COVID-19.