Hablando de AHMSA: ¿Y los pagos?
La semana pasada se dio a conocer la tan esperada ‘compra’ de AHMSA por parte de Villacero, quien se hizo de las acciones de la familia Ancira, las cuales corresponden a un 55 por ciento del valor total.
Así, Villacero desde antes venía prometiendo una inyección de capital a la agonizante siderúrgica para rescatarla de los malos usos y costumbres que terminaron casi quebrándola, pero que además ha puesto en jaque a pequeños y medianos empresarios que dependen casi por completo de su operación.
Dado lo anterior, esta semana la iniciativa privada por fin tuvo un acercamiento con los nuevos directivos de la empresa. Sin embargo, sólo fue para que les agendaran una fecha para el diálogo correspondiente al tema de los millonarios adeudos que tienen en vilo a miles de monclovenses. ¿Para cuándo? Nadie lo sabe.
Lo preocupante es que apenas la semana pasada, esta misma directiva dio a conocer su plan presupuestal, el cual no considera el pago a proveedores en una primera etapa dado que su prioridad será incrementar la producción a través de sus primeras inversiones.
Y aún cuando no se deslindan de los adeudos que se tienen, se dejó en claro que los pagos no se harán hasta no subir el primer escalón que, al parecer, ya tienen muy claro, dejando prácticamente en las mismas a todos aquellos que necesitan y piden a gritos una luz que los haga seguir en el camino antes de declararse en bancarrota.
Justamente la semana pasada, poco antes de la anunciada transferencia de acciones, el Alto Horno 6 paró su producción a raíz de un paro de labores por parte de trabajadores de la constructora TMS International, dejando en claro que la mano de obra relacionada con la operación de AHMSA es vital y no puede ausentarse. ¿El motivo? La falta de pago a los obreros de dicha compañía, la cual se escuda en que no tienen recursos debido a que la acerera no ha pagado su deuda.
¿Significa entonces que se debe trabajar ‘gratis’ y endeudarse para el día a día familiar, con la promesa de que algún día recibirán todo lo que se les debe? Eso parece y por el momento no se vislumbra un cambio a corto plazo. Es por esto que miles de empleados de todas estas industrias subsidiarias se quedaron sin trabajo o simplemente buscaron otras alternativas. Obvio.
En resumen, al tan esperado cambio de dueño que a muchos esperanzaba, termina en la misma pregunta: ¿Y los pagos?
Tal parece que esta pregunta tardará todavía algún tiempo en responderse y lo difícil para los empresarios será tomar la decisión de seguir en el camino o de plano tirar la toalla; a ya casi un año del desmoronamiento continuo de la credibilidad y solvencia económica de Altos Hornos, el primer escenario se antoja menos predecible con las declaraciones de la nueva directiva que parece querer continuar con el adeudo, por lo menos durante sus primeros meses de operación.
Es fácil entender que tomar decisiones como nuevo accionista es difícil tomando una empresa casi en las cenizas y que, sin lugar a dudas, tarda bastante tiempo recuperar el terreno perdido a pulso. Sin embargo, el recurso humano siempre es indispensable y poco a poco la ciudadanía ha dejado de creer tanto en la siderúrgica como en sus subsidiarias.
¿Será que este gran bache en el camino de la región comience una revolución comercial alterna creada por los mismos ciudadanos? Parece de ficción, pero en los últimos meses eso es lo que ha estado sucediendo.
Por lo pronto, a seguir buscando alternativas.
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