El domingo, a eso de las 23 horas, Fernando Navarro veía el juego entre Pumas y Cruz Azul.
Y cuando cayó el cuarto gol de los universitarios, el que les dio el pase a la final, lo que salió de la boca de Navarro fue "varias groserías, la verdad es que grité, hasta asusté a mi familia y a mis hijos. Lo que hizo Pumas fue una gran hazaña".
Por eso, el defensor respeta mucho más conjunto universitario, y por eso tomará muy en serio la serie por la gran final. "Jugué en Pumas, en fuerzas básicas y sé lo que significa jugar ahí. Estaba viendo el juego, vi lo que sucedía y grité un par de groserías… Lo hice por por la sorpresa, porque es increíble qu a Cruz Azul no se le den las cosas, tantos esfuerzos que hacen y no han podido concretar y lo de Pumas, pues fue una gran hazaña...".
León quiere ser campeón, ya se lo deben después de dos año bajo el proyecto de Ignacio Ambriz como técnico: "Hemos trabajado dos años muy fuerte para encontrar nuestro estilo de juego y regularidad en los resultados. Ahora esto es una final, cualquier cosa puede pasar, es una final muy pareja en la que ambos equipos tiene muy buenas cosas".
El ser favoritos, no cuenta al final: "Si la prensa nos pone como favoritos, pues no estamos enterados".
León ya se la debe, la última final que disputó la perdió con Tigres, y eso sí pesa: "La experiencia de lo que pasó en Liguilla anteriores ayuda, aprendimos de esos errores, y eso es importante, y lo hemos demostrado. Esa experiencia que hemos adquirido, nos ayuda ahora".
Tampoco lo que pasó en el torneo regular, tampoco cuesta: "No importa lo de las 17 fechas, hay que ganar dos partidos más para conseguir el objetivo que llevamos dos años buscando. Pumas nos va a hacer la tarea complicada y puede dar sorpresas, como ya lo hizo. Lo que pasó en el torneo regular, ya pasó, hay que escribir una nueva historia".
Cerrar de local, lo acepta, "siempre será favorable".