Inglaterra. El pasado 6 de diciembre, Sergio Pérez escribió la página más gloriosa para México en la Fórmula 1 en los últimos 50 años ganando el Gran Premio de Sakhir, sin embargo, ese momento mágico estuvo a punto de no ocurrir porque Checo ¡casi se queda sin auto para competir
El fin de semana previo, en el GP de Bahrein, el monoplaza del mexicano sufrió un desperfecto en las últimas vueltas de la carrera cuando se saboreaba subir al podio.
Además, su coequipero, Lance Stroll, tuvo una volcadura que dejó muy dañado su vehículo. Con ese panorama y solamente una semana de margen de maniobra, la escudería Racing Point tuvo que echar mano de un avión -literalmente- para poder presentarse a la parrilla de salida.
Otmar Szafnauer, director de Racing Point, reveló que echaron mano del jet privado del dueño de la escudería para que viajaran a Reino Unido para recoger las piezas necesarias para reparar ambos autos y volver a tiempo a Bahréin.
"Tuvimos un Gran Premio (Bahréin) que fue un duro golpe con un coche incendiado y una falla mecánica estando cerca del podio. Con solo una semana por delante, teníamos una escasa cantidad de repuestos y piezas", dijo Szafnauer a Sky Sports.
No podíamos montar dos coches, pero todos trabajaron muy duro en la fábrica, día y noche. Llevamos el avión de Lawrence (Stroll, dueño de Racing Point) de vuelta a Reino Unido. Esperó hasta el jueves para transportar las piezas de los coches, para que pudiéramos construir dos monoplazas de carreras antes del domingo",