La Comisión Europea (CE) manifestó este martes su esperanza de que el acuerdo alcanzado con el Reino Unido para que retire las cláusulas legales que violaban el pacto con la Unión Europea (UE) sobre la frontera de Irlanda del Norte proporcione un "impulso positivo" a las conversaciones sobre la relación comercial tras el Brexit.
"Espero que cree un impulso positivo para las discusiones sobre el acuerdo de libre comercio. Como sabes, todavía estamos muy lejos, no lo escondemos a nadie", declaró el vicepresidente de la CE para Relaciones Interinstitucionales, Maros Sefcovic, durante una rueda de prensa posterior a una reunión virtual de ministros y secretarios de Estado de Asuntos Europeos de los Veintisiete.
El político eslovaco recordó que, dadas las diferencias entre Londres y Bruselas, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, y el primer ministro británico, Boris Johnson, se reunirán en la capital belga en los próximos días.
"Espero que claramente cree un impulso positivo. Retiramos un gran obstáculo del camino y espero que veamos resultados positivos también de estas negociaciones muy complejas, incluso si somos totalmente conscientes de cuán complicado y exigente es este proceso", comentó.
El Reino Unido ha anunciado este martes que retirará las polémicas cláusulas legales que le permitían violar unilateralmente el pacto con la Unión Europea sobre la frontera de Irlanda del Norte tras el Brexit.
Londres y Bruselas han llegado a un "acuerdo de principios" para que el llamado Protocolo para Irlanda del Norte, una de las piezas esenciales del acuerdo de salida de la UE que se ratificó a principios de año, esté "completamente operativo" el próximo 1 de enero, informó en un comunicado el ministro de Gabinete británico, Michael Gove.
Ese proceso es paralelo e independiente a las negociaciones sobre la relación comercial tras el Brexit entre el Reino Unido y los Veintisiete, en las que los plazos son cada vez más ajustados.
La legislación comunitaria habrá dejado de aplicarse en territorio británico el 1 de enero y el Reino Unido se habrá convertido entonces de forma definitiva en un país tercero.
Por tanto, Londres y Bruselas deben cerrar un acuerdo y llevar a cabo la ratificación en el Reino Unido y la Unión Europea antes de fin de año o, de lo contrario, pasarán a regirse en sus intercambios comerciales por los requisitos arancelarios más generales y menos favorables de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El secretario de Estado alemán para Europa, Michael Roth, cuyo país ocupa la presidencia rotatoria de la UE, advirtió de la "muy difícil situación", también por las limitaciones temporales de aquí a fin de año.
Roth reconoció que es "totalmente incierto" si tras la reunión entre Von der Leyen y Johnson será posible lograr un acuerdo e insistió en que los Veintisiete quieren un pacto, "pero no a cualquier precio".