Italia ha comunicado este lunes 13,720 nuevos casos de coronavirus y 528 fallecidos, unas cifras muy inferiores a las de las últimas semanas, pero también con muchas menos pruebas efectuadas, informó el Ministerio de Sanidad en un comunicado.
En las últimas veinticuatro horas se han hecho 111,217 test, lejos de los más de 200,000 diarios realizados de media en las últimas semanas.
Desde el 21 de febrero, cuando comenzó la emergencia sanitaria a nivel nacional, se han contabilizado 1,728,878 contagios totales y 60,078 fallecidos.
Igual que en los últimos dos días, Véneto (norte de Italia) es la región con más casos en veinticuatro horas (2,550), mientras que el resto se ha situado por debajo de los 2,000 nuevos infectados en un día.
En segundo lugar, la región que más casos ha contabilizado es Emilia-Romaña (1,891), seguida de Lombardía (1,562) y Lacio (1,372), cuya capital es Roma.
El Gobierno italiano ha dividido a las regiones en colores (amarillo, naranja y rojo) en función de su nivel de contagios y ha elaborado una serie de restricciones dependiendo del riesgo.
Por ahora la única zona que sigue siendo roja es los Abruzos (centro de Italia), mientras que el resto del país ya ha pasado a naranja o amarillo.
El presidente de los Abruzos, Marco Marsilio, del partido ultraconservador Hermanos de Italia, ha firmado una ordenanza para que la región pase a ser naranja a partir de mañana, una decisión que ha tomado de forma unilateral, a pesar de ser competencia del Ministerio de Sanidad.
El Ejecutivo italiano ya ha advertido a las autoridades de los Abruzos de que la región debe esperar al miércoles para conocer si cambia de color o no, según los criterios ministeriales, y les ha alertado de que, si levanta las medidas de prevención de contagios antes de tiempo, será responsable de potenciales futuras infecciones.
Marsilio ha tomado la iniciativa ante las presiones de comerciantes y empresarios, que piden aligerar las restricciones para no penalizar la economía.