Trabaja sin cubreboca y sólo se encomienda a Dios

“Uno se cuida, sí traigo cubreboca, pero ta´ guardado, y como le digo, uno se cuida, pero si Dios quiere y me toca (el Covid), pues ya ni modo, nos vamos”. Quién así habla, es “Polo”, Lepoldo Guel, una persona de la tercera edad que se gana la vida barriendo banquetas en algunas cuadras de la colonia Guadalupe.

El entrevistado empieza a trabajar a las 7 de la mañana y ya tiene 3 años y medio con esa labor, desde que lo desocuparon de su trabajo de velador. Llama la atención que casi nunca usa cubreboca, ni ahora que se han incrementado los contagios de Covid-19 es Monclova.

Polo, como lo conoce casi toda la colonia en donde se gana la vida, dice que vive en la colonia Guerrero, “allá arriba, en la calle 27, en una casita con mi esposa de 73 años y un hijo de 50”.

Al ser entrevistado por El Tiempo, comenta que tuvo seis hijos, que todos están casados y viven separados de él, “solamente me falta uno que traigo perdido, se me fue desde hace unos 20 años y no sé nada de él”, comenta.

Dice que cuando era velador al salir llegó a la casa y vio a su hijo que iba a llevar un envase de caguama a la tienda, pero ya no regresó y no volvieron a saber nada de él.

Y del resto…”por ahí andan”.

¿Y el cubreboca?, se le pregunta, a lo que reacciona; “mire, yo aquí en la calle veo pasar a mucha gente sin usarlo, muchas mujeres que traen la cara destapada y hasta los trabajadores del municipio que pasan por aquí en sus camionetas de la presidencia, ni ellos llevan cubrebocas”.

Dice que hace unos días se encontró a una patrulla de la policía, de los que hacen recorridos por la colonia y los agentes se pararon a decirle que se protegiera con cubrebocas, pero él les reviró comentándoles que ni los trabajadores del municipio lo usan.

“Los agentes no´mas se rieron, me dieron un cubrebocas y me dijeron que anotara el número de la camioneta del municipio, para reportar a sus compañeros que no usan protección, yo sé que les van a hacer nada…”

A insistencia de El Tiempo, dijo que sí usa cobreboca, pero se lo quita al barrer porque no se siente bien con él, y agrega, “po´s uno se cuida, la pandemia esa que dicen está peligrosa, pero nos cuidamos, pero si Dios quiere y le teca a uno, pues ya ni modo, nos vamos”.

 

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