Un nuevo estudio sugirió que la extinción del Sistema Solar dará inicio con la desaparición de Mercurio, Venus, Marte y la Tierra, mientras que los planetas exteriores, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, migrarán fuera de nuestra orbita planetaria.
Como en cualquier otro ciclo de vida, en el que un ser vivo nace, crece, se reproduce y muere, el Sistema Solar cumplirá su evolución y perecerá. La pregunta que se han hecho los astrónomos es, ¿de qué forma sucederá?
Para descifrar el enigma, investigadores de las universidades de California, Caltech y Michigan analizaron el posible escenario de la extinción del Sistema Solar a través de 10 simulaciones numéricas distintas, interpretando el comportamiento de los cuerpos celestes que lo integran.
Las primeras observaciones, publicadas en "The Astronomical Journal", indicaron que el Sol sufrirá una pérdida de masa proporcional a la mitad de su composición y, en consecuencia, consumirá a los planetas internos.
Posteriormente las órbitas de los planetas gigantes se expandirán como resultado de un "proceso adiabático". Este tipo de fenómeno sucede cuando un sistema, en este caso el Sol, deja de intercambiar calor con su entorno.
"En todas nuestras 10 simulaciones, los cuatro gigantes gaseosos son expulsados del sistema solar dentro de los 10 a 12 años siguientes al final de la pérdida de masa solar", aseguraron los científicos.
Los especialistas calcularon que los planetas interiores emprenderán su viaje, fuera de la galaxia, en 100 mil millones de años aproximadamente.
Júpiter y Saturno sobrevivirán de expansión solar
Los expertos hicieron especial énfasis en el destino de Júpiter y Saturno, los cuales experimentarán una especie de "resonancia". Este evento consistirá en una clase de fortaleza entre planeta-planeta, conduciendo a una inestabilidad en el Sistema Solar nunca antes registrada.
"Nuestro análisis indica que la vida dinámica esperada del Sistema Solar es significativamente más corta que las estimaciones anteriores", aseguraron los autores del estudio.
Este distanciamiento no sólo será motivado por el debilitamiento del Sol, sino que una estrella que se aproxima a nosotros cada 30 mil millones de años, contribuirá a que los planetas exteriores terminen por autoexiliarse del Sistema Solar.
De ese momento en adelante, los planetas gigantes, como también son conocidos, se mantendrán vagando y pasarán a formar parte de otros cuerpos celestes que flotan autónomamente.
Luego de su cumplir su proceso evolutivo, el gran astro se convertirá en una enana blanca, remanente estelar que se genera cuando una estrella agota su combustible nuclear.