El Departamento del Tesoro de Estados Unidos impuso este miércoles otra ronda de sanciones a Irán, en esta ocasión dirigidas contra una Bonyad Mostazafan, una fundación controlada por el líder supremo de Irán, Ali Jamenei; y el ministro de Inteligencia, Mahmud Alaví, por supuestos abusos de derechos humanos.
"El líder supremo de Irán usa Bonyad Mostazafan para recompensar a sus aliados bajo el pretexto de la caridad. EU continuará persiguiendo a altos cargos y fuentes de generación de ingresos que facilitan la continua represión del régimen contra su propio pueblo", dijo el secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, en un comunicado.
EU aseguró que esta fundación es "un inmenso conglomerado" de 160 empresas en sectores claves de Irán como economía, minería, finanzas, energía o construcción.
Pese a que Mostazafan fue creada en 1979, está considerada como una organización dedicada a "obras de caridad", y la nota del Tesoro de EU subraya que es usada por Jamenei para "enriquecerse, recompensar a sus aliados y perseguir a los enemigos del régimen".
Por su parte, EU calificó a Alaví como uno de los funcionarios que juegan un papel "clave" en las "brutales" violaciones de los derechos humanos contra el pueblo iraní, entre las que citó "abusos sexuales, palizas y prolongadas interrogaciones, especialmente de prisioneros políticos".
Las sanciones se enmarcan en la campaña de "máxima presión" lanzada por el presidente saliente estadounidense, Donald Trump, y se anuncian dos meses antes de que sea sucedido por el mandatario electo, el demócrata Joe Biden.
Como consecuencia de estas sanciones, quedan congelados los activos que estas entidades puedan tener bajo jurisdicción estadounidense y se prohíbe las transacciones financieras con ciudadanos o empresas de EU.
En septiembre, EU dio unilateralmente por restablecidas todas las sanciones internacionales contra la República Islámica, además de amenazar a los miembros de la ONU que se opusieran a su reimposición.
Irán inició en agosto un procedimiento ante la ONU para restablecer todas las sanciones internacionales contra Irán que se levantaron con el acuerdo nuclear de 2015 (del que Washington se retiró en 2018), argumentando que Teherán había incumplido sus obligaciones.
Sin embargo, la mayoría del Consejo de Seguridad -incluidas el resto de potencias con derecho de veto- consideran que EU no tiene derecho a utilizar este mecanismo, pues abandonó el pacto en 2018, con lo que ese órgano de la ONU no ha tomado ninguna medida.