La saliva es importante para degustar, digerir, tragar o defendernos de patógenos, pero ¿cómo se genera? Un nuevo estudio revela detalles de cómo las glándulas salivales producen, de manera colectiva, el conjunto de proteínas que está en la saliva, abriendo la puerta a importantes investigaciones médicas.
Esta descripción se publica en la revista Cell Reports, en un estudio liderado por investigadores de la Universidad de Búfalo, en Estados Unidos, y de la Universidad Noruega de Ciencias de la Vida.
En concreto, la investigación rastrea hasta su origen estas proteínas vitales que flotan en nuestra saliva, mostrando cuáles son producidas por cada uno de los tres tipos principales de glándulas salivales humanas, y constatando cómo las células individuales dentro de una sola glándula pueden secretar diferentes proteínas.
Además, también identifica proteínas en la boca que parecen venir del exterior de las glándulas salivales, de lugares como los tejidos epiteliales o el plasma sanguíneo, informa la Universidad de Búfalo.
"La saliva es importante para degustar, digerir, tragar o defendernos de los patógenos que constantemente inhalamos y consumimos", explica Omer Gokcumen, quien detalla que las proteínas de la boca forman un ejército que trabaja siempre para protegernos.
Las proteínas salivales son una puerta de entrada al cuerpo, recuerda este científico, así que "cuando no funcionan correctamente, sufrimos. Nuestro trabajo nos acerca un paso más a la comprensión de sus complejos orígenes y la intrincada interacción entre ellas".
Hasta este trabajo, según la nota de la universidad, los investigadores tenían una idea de las proteínas que se encuentran en la boca, pero no "una imagen completa de dónde venían. Estamos abordando esta brecha", asegura Gokcumen.
Desde una perspectiva biomédica, esta investigación, añade, abre la puerta a más estudios sobre las funciones de la saliva y las glándulas salivales, y el uso de la saliva como fluido de diagnóstico.
"Nuestro estudio toma una instantánea de cómo deberían funcionar unas glándulas salivales sanas y las desviaciones de esta expectativa saludable pueden indicar enfermedad", señala por su parte Stefan Ruhl, otro de los firmantes y de la misma universidad.
Para explicar cómo el organismo produce saliva, los científicos primero trataron de entender qué proteínas son producidas por cada tipo principal de glándula salival: las glándulas parótida, submandibular y sublingual (los humanos tienen un par de cada una).
Para ello, utilizaron un método llamado transcriptómica para medir la actividad de los genes en cada tipo de glándula: esta actividad proporciona una visión de la producción de proteínas, porque cada gen proporciona instrucciones para la fabricación de una proteína específica.
Este esfuerzo permitió entender las proteínas que cada glándula genera y cómo las glándulas difieren unas de otras en términos de lo que producen.
Por ejemplo, el estudio encontró que las glándulas parótida y submandibular crean mucha amilasa salival, una enzima que ayuda a digerir el almidón, mientras que la glándula sublingual no produce casi ninguna.
"Mostramos cómo las acciones de las diferentes glándulas ayudan colectivamente a producir un complejo fluido corporal, nuestra saliva", resume Marie Saitou de la Universidad Noruega de Ciencias de la Vida y primera autora del estudio.