El secretario general de la ONU, António Guterres, mostró este viernes su "gran preocupación" por los últimos acontecimientos registrados en el Sáhara Occidental e insistió en el compromiso de Naciones Unidas de "hacer todo lo posible para evitar el colapso del alto el fuego vigente desde el 6 de septiembre de 1991".
El ejército marroquí penetró hoy en la franja desmilitarizada del extremo sur del Sáhara Occidental para romper el bloqueo al tráfico impuesto hace tres semanas por un grupo de manifestantes saharauis del Frente Polisario.
El presidente de la República Árabe saharaui Democrática (RASD) y Secretario General del Frente Polisario, Brahim Ghali, denunció ante la ONU en una carta la acción marroquí en el paso fronterizo de Guerguerat y advirtió que lo considera "una flagrante violación del acuerdo de alto el fuego" firmado en 1991.
En su rueda de prensa diaria, el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric aseguró que Guterres y altos funcionarios de la ONU "han estado trabajando sin descanso en los últimos días para evitar esta situación".
"Naciones Unidas, incluido el secretario general, han participado en múltiples iniciativas para evitar una escalada de la situación en la franja de amortiguamiento en el área de Guerguerat y para advertir contra las violaciones del alto el fuego y las graves consecuencias de cualquier cambio en el status quo", dijo Dujarric.
Guterres "lamentó" el fracaso de estos esfuerzos aunque insistió en su "determinación de hacer todo lo posible para suprimir los obstáculos hacia la reanudación del proceso político".
Asimismo, Guterres pidió a las partes a que permitan a la misión de la ONU en el Sáhara Occidental (MINURSO) que pueda moverse libremente con el objetivo de llevar a cabo su mandato.
Las Fuerzas Armadas Reales (FAR) de Marruecos emitieron un comunicado esta mañana para explicar que la operación militar pretende crear un "cordón de seguridad para garantizar el flujo de bienes y personas", y que se trata de una acción "no ofensiva y sin intención belicosa (porque) "no habrá recurso a las armas salvo en caso de legítima defensa".
"La operación militar de las fuerzas marroquíes contra civiles saharauis es un acto de agresión y una flagrante violación del alto el Fuego que Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad deberían condenar en los términos más enérgicos posibles", expresó, por su parte, el mandatario saharaui.
El proceso político en el Sáhara se encuentra estancado desde hace años, y se ha enquistado aún más desde mayo de 2019, cuando el hasta entonces enviado especial de Guterres, Horst Köler, renunció a su cargo, que no ha sido ocupado desde entonces.