El presidente electo de EU, Joe Biden, y el mandatario saliente del país, Donald Trump, participaron este miércoles en sendas ceremonias solemnes para expresar su respeto a los excombatientes estadounidenses, con motivo del Día de los Veteranos en la nación.
Biden se desplazó a Filadelfia (Pensilvania) junto a su esposa, Jill, y ambos asistieron a una breve ceremonia militar ante el monumento a los caídos en la Guerra de Corea (1950-1953), donde depositaron una ofrenda floral.
Trump, por su parte, visitó el cementerio de Arlington (Virginia), a las afueras de Washington, donde están enterrados miles de fallecidos en las guerras donde ha combatido Estados Unidos.
Al lado del vicepresidente Mike Pence, Trump se mantuvo firme bajo la lluvia durante varios minutos, sin paraguas, mientras los militares tocaban el toque de silencio, conocido como taps.
Fue el primer acto público del presidente saliente desde su desafiante discurso en la Casa Blanca del pasado jueves, en el que denunció sin pruebas un presunto fraude en las elecciones presidenciales y tachó sin evidencias de "corrupto" el sistema de voto por correo en EU.
Ni Biden ni Trump hicieron declaraciones en sus actos de este miércoles, pero ambos emitieron sendos comunicados para expresar su respeto a los excombatientes.
El presidente electo les prometió que será "un comandante en jefe que respete sus sacrificios, entienda su servicio y que nunca traicionará los valores que lucharon tan valientemente por defender".
"Nunca les trataré a ustedes o a sus familias con nada menos que el respeto que merecen", afirmó Biden en una aparente alusión a Trump, quien según un artículo publicado en septiembre en la revista "The Atlantic", llamó en 2018 "perdedores" y "fracasados" a los estadounidenses que murieron en la Primera Guerra Mundial.
Biden recordó que la suya es también una familia militar porque su hijo Beau, fallecido en 2015 por un cáncer cerebral, combatió antes en la guerra de Irak, y subrayó la "deuda impagable" que el resto de Estados Unidos tienen con quienes han luchado en nombre del país.
Además, subrayó la necesidad de mejorar el sistema de atención médica y psicológica a los excombatientes ante la "epidemia de suicidios" que les asuela, y de asegurarse que quienes son "mujeres y LGBTQ+ reciben cuidados culturalmente competentes".
Por su parte, Trump defendió su legado en la materia, al afirmar: "He luchado sin descanso por los veteranos de Estados Unidos".
El mandatario saliente aseguró que ha reformado el Departamento de Asuntos de Veteranos y que seguirá trabajando para mejorar el bienestar de los excombatientes, a pesar de que apenas le quedan diez semanas en el poder, dada la victoria de Biden en las elecciones, que él sigue sin reconocer.
El Día de los Veteranos es un festivo federal en Estados Unidos y se celebra cada 11 de noviembre, la efeméride del armisticio que puso fin a la Primera Guerra Mundial en 1918.