Xbox Series X, la primera consola de nueva generación llega hoy a todo el mundo y lo hace con más potencia, una experiencia más sencilla, y una estrategia de largo recorrido que apuesta por un modelo tipo Netflix.
La pandemia no ha conseguido retrasar la consola de Microsoft, tampoco la Ps5 de Sony que llega mañana a un puñado de países -entre ellos Estados Unidos, Japón y Mëxico- y el día 19 al resto del mundo. Además, Xbox Series X aterriza de la mano de una hermana menor, la Xbox Series S, una versión digital por menos precio y con menos potencia (499 dólares vs 299 dólares).
ANÁLISIS
La nueva consola de Microsoft es, como se espera de una nueva generación, más rápida en todo. Esta potencia se traduce en mejores gráficos (soporta 4k pero puede llegar hasta 8K), mucho menos tiempos de carga y una experiencia de juego que quiere acercarse al PC, la arena predilecta de los jugadores.
El tiempo de carga de algunos juegos es sensiblemente más rápido que la anterior versión. "Destiny", por ejemplo, arranca cuatro veces más rápido que en el anterior modelo. En el modelo de prueba proporcionado por Microsoft a Efe, las imágenes se ven más definidas y nítidas, pero la diferencia se ve fundamentalmente en los juegos más nuevos como "Gears 5".
Su diseño, un cubo negro, es diametralmente opuesto a la Xbox One, el anterior modelo, pero la experiencia de ponerse a los mandos, es prácticamente idéntica en ambas. Microsoft apuesta por la una experiencia fluida y sin barreras, la mejora más destacable es la opción de suspender juegos para luego poder reanudarlos sin espera (quick resume).
Cada nueva generación de consolas promete más potencia que la anterior, y la que llega ahora no es una excepción, pero el salto que hay es mayor respecto a generaciones anteriores.
La Xbox Series X es cuatro veces más potente en procesamiento que su antecesora y tiene un poco más de músculo interior que la Ps5.
Una de las ausencias más destacadas de la nueva consola es la de títulos en exclusiva. Estaba previsto que la estrella de su lanzamiento fuera "Halo Infinite", una se las sagas con más tirón de Xbox, pero la pandemia se llevó por delante el estreno y se ha pospuesto a 2021.
Por contra, Xbox Series X llega con el catálogo de lanzamiento más amplio de su historia: desde hoy habrá miles de juegos de tres generaciones anteriores (Xbox One, Xbox 360 y la Xbox original), algunos de ellos traen debajo del brazo mejoras gráficas (smart delivery).
EL NETFLIX DE LOS VIDEOJUEGOS
Una de las grandes bazas de Xbox Series X y de la estrategia de Microsoft para arrebatar el podio a la PlayStation, es el Game Pass, su modelo de suscripción tipo Netflix que permite jugar sin límite a una centenar de títulos con tarifa plana.
La selección incluyen exclusivas de Xbox, clásicos de consolas anteriores, éxitos de masas actuales y algunas propuestas independientes.
Ahora mismo, da acceso a toda la saga "Gears" y la gran mayoría de "Halo", taquillazos como "Destiny", los principales títulos de Electronic Arts, "Forza Horizon 4", "Doom Eternal", "Pubg", y una selección de indies como "Celeste", "OuterWilds", "Gonner 2" y "Ori and the Will of the Wisps", entre más de un centenar de opciones.
El servicio ha alcanzado cerca de 15 millones de usuarios, ha aumentado en 5 millones desde que comenzó la pandemia y cuenta con modalidades para jugar también en móvil y PC.
El lanzamiento de la Xbox Series X es un peldaño más en la estrategia de la compañía, que quiere recuperar el liderazgo perdido años atrás ante PlayStation, atrayendo a los jugadores no solo por consolas más potentes sino con los servicios que lleva aparejados.
"Xbox Series X es nuestra consola más rápida y potente hasta ahora, diseñada para una generación de consolas que tiene al jugador en el centro", dijo Phil Spencer, CEO de Xbox, cuando presentó el dispositivo a principios de año.