El Gobierno afgano trasladó este lunes su deseo de que la nueva administración del presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, "revise y revalúe" el proceso de paz entre Kabul y los talibanes, para abordar así los problemas que han llevado a la falta de progresos tras dos meses de diálogo en Doha.
"Esperamos que el Gobierno de Estados Unidos, bajo su nuevo liderazgo, revise y revalúe el proceso (de paz) hasta ahora", su falta de avances, afirmó el vicepresidente segundo del Ejecutivo afgano, Sarwar Danish, durante una reunión en Kabul.
Según el vicepresidente, esa revisión es necesaria para que "los problemas existentes se resuelvan y todas las partes apoyen el proceso de paz de manera más responsable, precisa y en base a la realidad".
Danish culpó directamente a los talibanes, ya que su "falta de flexibilidad es el principal motivo por el que las conversaciones en Doha están estancadas" y no se han producido avances desde el inicio del diálogo el pasado 12 de septiembre.
Esta situación ha llevado a que, de acuerdo con el vicepresidente, "el pueblo afgano haya perdido la confianza" en las conversaciones de paz y cuestione al Gobierno por haber dado ciertos "privilegios" a los talibanes, entre ellos la liberación de 6,000 insurgentes, cuando además "la mayoría" de los excarcelados han roto su promesa y "regresado al campo de batalla".
La liberación de esos prisioneros, a los que se sumaron un millar de miembros de las fuerzas de seguridad en manos de los insurgentes, se pactó el pasado febrero en Doha con la firma del histórico acuerdo entre EU y los talibanes, y era un requisito fundamental para el inicio de las conversaciones de paz intraafganas.
En ese acuerdo con Estados Unidos, en el que no participó el Gobierno afgano, se pactó una reducción de la violencia, la retirada de las tropas estadounidenses en 14 meses y la promesa de los talibanes de no emplear el suelo afgano para dar apoyo a actividades terroristas.