Un hermano de ellos se dio cuenta de la situación y solicitó la presencia policiaca
"Tenemos mucha hambre hermano llevamos dos días sin comer, pues mi mamá ha estado emborrachándose con su pareja y mi tío", son las palabras que escribió como pudo un niño de tan sólo siete años de edad a su hermano mayor, mismo que no vive con ellos pero fue a buscarlos la tarde de ayer para regalarles un dulce y se topó con que en el domicilio ubicado sobre la calle Reforma número 127 de la colonia El Pueblo, había música a todo volumen y en el interior se encontraban dos personas del sexo masculino y una del sexo femenino, siendo la madre de tres menores de edad entre ellos una niña quienes no pasan de los 5 años, en el lugar el joven que sorprendió el descuido de la madre, solicitó la presencia de elementos municipales, arribando en minutos, oficiales a bordo de la unidad número 184, quienes fueron enterados de los pormenores del caso.
Al intentar dialogar con la mujer que se encontraba completamente ebria en el interior con su pareja y el hermano de ella, mismos que desde un día antes habían estado emborrachándose, se negó abrir la puerta al asomarse por la ventana y ver que se encontraba una unidad policiaca en el exterior.
“No puedo dejar que mis hermanitos mueran de hambre, voy a tumbar la puerta pero no vayan a dejar que me golpeen los dos hombres que se están emborrachando con mi mamá adentro”, así lo dijo el valiente joven quien de varias patadas logró derribar la puerta y al intentar escapar los dos son presuntos responsables y la mujer, fueron rápidamente asegurados por los uniformados, quienes los aseguraron y los pusieron a bordo de la patrulla.
Procediendo asegurar a los dos niños y la mujercita, para trasladarlos a las instalaciones municipales en compañía de los detenidos.
Una vez en la Corporación, los uniformados pusieron al tanto de la lamentable situación al Juez Calificador en turno, quien sin dudarlo puso dentro de las celdas municipales a la mala mujer, su pareja sentimental y al hermano.
Mientras solicitó la presencia del padre biológico de los tres hambrientos niños, quien se comprometió a pelear la patria potestad, para retirarlos de su expareja con quien se dejó hace años debido a su problema por el alcoholismo.
Cuando fueron presentados frente a la barandilla de detenidos, éstos se identificaron como, Julio César N, su pareja sentimental Gabriela N y el hermano de ella Jaime Abel N, los dos primeros con domicilio en calle Reforma número 127 de la colonia El Pueblo y el tercero de ellos vecino de la calle Navarrete número 1409 del mismo sector, quienes al final sólo quedaron tras las rejas por una falta administrativa.