Han tenido que cancelar algunos servicios que no son esenciales
De acuerdo a la versión del Vicario Jorge Salvador Guzmán Cortés las parroquias católicas viven una crisis económica que les obliga a ajustar gastos recortando servicios no esenciales como el paquete en telefonía que lo han limitado al servicio básico, y en el uso de energía eléctrica y agua son más cuidadosos para consumir menos.
Lo anterior derivado de la pandemia y por ello dijo que en la despensa y el apoyo que daban a muchos de los comedores, ahora los restringieron y Cáritas de Monclova es la que está asumiendo el gasto.
"Se está adaptando a la realidad de lo que se vive, a esto nuevo, pero es un hecho que la situación no es sostenible de la misma forma, como en cualquier casa, nos ajustamos a lo que tenemos", señaló.
La Iglesia prioriza la salud de la comunidad, por ello, las decisiones de disminuir los aforos y la celebración de sacramentos son motivados por el bienestar y salud de las familias, nunca por el interés económico.
En cuanto a sus empleados no les pudieron dar el apoyo económico en el período de inicio de ciclo escolar, cuando antes les daban una aportación extra o daban útiles escolares y cuadernos.
Asimismo comentó que las parroquias siguen trabajando a un 25 por ciento de aforo e impartiendo los sacramentos de casamiento, bautizos y comuniones, pero no es una solución económica.
De regresar a cerrar los templos, entonces sí, tendrán que reajustar a trabajadores que hasta hoy han podido mantener para evitar que se queden sin empleo.