Entre el 50 y el 80 por ciento de la población podría padecer lumbalgia, pues recientes registros del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) apuntan que cerca de 300 mil personas asistieron a consulta por este trastorno que afecta la zona inferior de la columna vertebral.
Adriana del Carmen Echeverría González, especialista en fisioterapia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que dentro del diagnóstico de la distensión de un músculo o esguince en un ligamiento, que desatan la lumbalgia, del 10 al 15 por ciento de los casos produjeron incapacidades, inasistencias o bajas laborales, convirtiéndose en la segunda causa de consulta médica en adultos.
Una de las causas que propicia este tipo de padecimiento, de acuerdo con la académica de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) León, son el sedentarismo o la obesidad:
"Una de las primeras señales es cuando comenzamos a sentir cansancio en la zona lumbar o físico en general; es una señal de estrés mecánico en articulaciones o músculos. Esta sensación puede prolongarse y presentar molestias", detalló.
La experta indicó durante su participación en "La UNAM responde" que el dolor intenso, además de afectar la zona lumbar, también puede impactar en otras partes del cuerpo como el cuello, los hombros y las muñecas, las cuales, de ser ignoradas, podrían intensificarse y de este modo, dificultar resultados positivos durante las terapias.
La catedrática de la Máxima Casa de Estudios destacó que en la actualidad se reconocen un aproximado de 56 factores que desatan la presencia del malestar lumbar, que en algunos casos, no producen molestias de manera inmediata sino hasta que la combinación de varias de ellas incrementan el riesgo de padecerlo.
La responsable del área de Fisioterapia Geriátrica en la ENES recomendó hacer cambios en el estilo de vida, ya que "una vez que se ha presentado el primer episodio es posible que se vuelva a sufrir otro", sin embargo, si la persona detecta las molestias en una primera ocasión, y cambia las practicas cotidianas, disminuirán las posibilidades de generar una discapacidad.
Entre los cambios recomendables, Echeverría González instó a la población a realizar actividad física para combatir el sedentarismo; establecer una buena alimentación para combatir el sobrepeso; así como evitar una mala postura por tiempo prolongado, sobre todo durante la jornada laboral remota, por lo que será necesario adaptar una área de la casa específica para llevar a cabo las consignas laborales: "Donde no hayan contaminaciones sonoras, que sea privado, que nos permita concentrarnos, va a ser que seamos más productivos y disminuya el tiempo que permanecemos en la computadora", recalcó.