Alrededor de un 10 % de los 43 millones de casos globales de COVID-19 se detectaron entre trabajadores sanitarios, colectivo en el que al menos se han producido 20,000 muertes, constató hoy el Consejo Internacional de Enfermería (ICN), que agrupa a diversas organizaciones profesionales del sector.
La organización calcula que al menos 1,500 de estas muertes han sido entre enfermeros y enfermeras, un 50 % más que en su última estimación del pasado mes de agosto, aunque la organización subraya que carece de datos completos de muchos países, por lo que la cifra real podría ser mucho mayor.
"El hecho de que hayan muerto más profesionales de enfermería en esta pandemia que en la Primera Guerra Mundial es impactante", declaró el consejero delegado de ICN, Howard Catton, quien reiteró su llamada a que los gobiernos aporten datos más completos sobre la incidencia de la pandemia en sus redes sanitarias.
Recordando que este año se cumple el bicentenario del nacimiento de la fundadora de la enfermería moderna, Florence Nightingale, Catton aseguró que "ella estaría tan enfadada y triste como me encuentro yo ante la falta de datos".
También señaló que los profesionales de la enfermería "tendrán un papel decisivo que jugar en el mundo post-Covid", con una experiencia e información "que les dará una voz legítima para influir en los sistemas sanitarios del futuro".
Sobre las recientes huelgas y protestas de algunos de estos trabajadores sanitarios en Europa, dijo no sorprenderse: "Hemos llegado a esta pandemia muy mal preparados, con falta de inversión, una carencia de casi seis millones de profesionales y lentitud de algunos gobiernos en sus respuestas" subrayó.