El presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, ingresó hoy en el hospital militar de la capital cuatro días después de anunciar su autoconfinamiento tras el contagio por coronavirus de varios altos cargos de la presidencia y del Gobierno.
"Por recomendación de sus médicos, el presidente de la República ingresó en una unidad de atención especializada del hospital militar de Aïn Naadja, en Argel. Su estado de salud es estable y no despierta ninguna inquietud. El presidente continuará con sus actividades durante su hospitalización", reveló un comunicado de la Presidencia recogido por la agencia estatal APS.
El pasado sábado, el político de 74 años y en el poder desde finales de diciembre, anunció a través de las redes sociales una cuarentena "voluntaria" de cinco días y aseguró encontrarse "bien de salud".
El país magrebí registra desde la pasada semana un aumento del número de contagios, que vuelve a superar la barrera de los 200 casos diarios y cuyo balance oficial asciende a 56.419 positivos y 1,922 fallecidos desde el comienzo de la epidemia. La razón, según las autoridades locales, es la "relajación" de las medidas de prevención por parte de la ciudadanía.
El ministro de Sanidad, Abderrahmane Benbouzid, se reunió el pasado sábado con responsables de hospitales públicos del país para reforzar el número de plazas de UCI destinadas a los enfermos de coronavirus, que ocupan actualmente cerca de 3,000 camas, lo que equivale al 19% de su capacidad total.
Benbouzid mostró su preocupación por la falta del uso de mascarilla entre la población, "que tiene la impresión de que la epidemia se ha terminado", aunque señaló el número diario de decesos- que se sitúan por debajo de la decena- como un indicador "alentador".
Desde finales de septiembre, Argelia había registrado un máximo de 200 casos diarios por lo que el régimen trató de abrir poco a poco la economía nacional, ya muy golpeada por el descenso abrupto desde 2014 de los precios del petróleo y el gas, materias que suponen el 95 por ciento de las exportaciones argelinas.
Los estudiantes argelinos comenzaron el pasado miércoles el retorno progresivo a las clases, tras más de siete meses de vacaciones forzadas, pese a las críticas de los docentes ante la falta de medios para aplicar el protocolo sanitario.
El gobierno mantiene, sin embargo, el blindaje total de sus fronteras terrestres, marítimas y aéreas desde el mes de marzo y sin fecha de apertura prevista con el objetivo de evitar una segunda ola de contagios.