LLEGÓ LA HORA
En mi primer cara a cara con la Región Centro de la era COVID, quedé sorprendido por los mensajes que la Ciudad de Monclova desplegaba en sus calles y que con cruda realidad alertaban sobre la pandemia.
La medida no era para menos, la capital del acero coahuilense transitaba el haber sido el epicentro del coronavirus en Coahuila, posición que La Laguna obtuvo el 30 de mayo pasado y que ha conservado hasta entonces, con sus 14,295 casos acumulados, incluyendo los registrados en municipios de Durango.
Sin embargo, el mensaje no fue sólo textual, sino que se vio reflejado en fuertes medidas como el cierre parcial de la economía, lo cual pude comprobar al ver inusuales señales de vida nocturna en mi mencionada visita a Monclova y que se extendieron a buena parte del territorio estatal.
Con acciones como el uso obligatorio del cubrebocas, el límite de aforo en establecimientos o reglamentos para actividades tan básicas como la compra de insumos familiares, el Gobierno del Estado buscó hacer frente a la pandemia, aunque dejó en buena medida la aplicación de estos criterios a las administraciones municipales, y la vigilancia del virus a los Subcomités regionales.
Si bien durante los primeros meses de emergencia, el comportamiento colectivo fue mayormente acorde al requerido cuidado sanitario, para junio el sonado “Quédate en Casa” de autoridades federales fue relajándose en Coahuila, que se encontraba en octava posición en el top ten de entidades con mayor movilidad, de acuerdo con un estudio del Consejo Cívico de las Instituciones en La Laguna.
En aquel entonces, al corte del último día, el estado apenas sumaba 3,933 contagios, cifra enormemente menor a los 32,627 positivos registrados hasta este domingo pasado.
Fincar responsabilidades de la magnitud actual de la pandemia, argumentando como factor determinante el referido relajamiento social o las reactivaciones económicas, podría representar sólo añadir una voz más a las lenguas críticas actuales.
No obstante, es innegable reconocer que la que ya ha sido catalogada por muchos como la segunda oleada del virus, está empezando a traer nuevos cierres, los cuales no llegan en el mejor momento para la fuerza productiva y los empleadores.
Y es que tan sólo en la Región Centro de Coahuila, esta casa editora ha dado cuenta de más de 20 mil empleos perdidos debido a la crisis sanitaria y a la que, con preocupación aparte, abunda por la situación de Altos Hornos de México.
En otras regiones, como la Sureste o La Laguna, cámaras empresariales han alertado que un nueve cierre podría significar la quiebra para cientos de pequeños y medianos comercios, los cuales tuvieron que recurrir a créditos para solventar su operación y que apenas veían oportunidades de recuperación con la próxima temporada del Buen Fin y las compras navideñas anticipadas.
Igual de innegable, resulta reconocer el jaque en el que se encuentran autoridades de los tres órganos de Gobierno, pero que también involucra a la iniciativa privada y la sociedad en general, pues ahora la entidad se enfrenta a la disyuntiva de mantener las reactivaciones que dieron un respiro económico o echar mano de medidas enérgicas que, si bien podrían controlar al Covid-19, también amenazan con enviar al fondo las finanzas de gran parte de la sociedad.
Por el momento, autoridades de la Región Centro de Coahuila ya se han adelantado con algunos criterios de combate, pues la Cuarta Jurisdicción Sanitaria anunció un reforzamiento de las medidas de vigilancia y el Gobierno de Monclova informó que instalará seis filtros, suspenderá eventos deportivos y reducirá nuevamente los aforos en restaurantes y bares, todo esto a partir de este lunes.
Como ya se dijo, la intención es clara: evitar a toda costa pasar a rojo en el semáforo epidemiológico. Habrá que esperar, sin embargo, que estas nuevas restricciones sean cumplidas razonablemente y que pese a su dureza, logre establecerse un equilibrio que permita al menos frenar el avance del coronavirus, sin asfixiar la economía. La situación nuevamente lo amerita. Llegó la hora de una histórica responsabilidad gubernamental y ciudadana.
Macroeditor Web
@afchavezfelix