La flor de cempasúchil tiene un profundo significado cultural en México, ya que es uno de los elementos principales que componen las ofrendas del Día de Muertos.
Esta tradición es herencia de los aztecas, quienes asociaban el color amarillo de la flor de cempasúchil con el sol y la utilizaban en las ofrendas en honor a sus muertos, indica el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera.
El uso de la flor de cempasúchil para las celebraciones relacionadas con los muertos tiene una historia de más de 3 mil años en América Latina, mientras que las fiestas fueron declaradas por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, según la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Actualmente, en México la siembra de cempasúchil se encuentra distribuida en toda la República, ya que para la población en general, sobre todo para los grupos indígenas, es una planta muy popular dada su importancia cultural y su utilización en los festejos de Día de Muertos.
No obstante, la flor de cempasúchil tiene su origen específicamente en el sur y centro del país. Por ello, pese a que la planta tiene presencia en todo el territorio mexicano, los plantíos de flor de cempasúchil tienen mayor abundancia en Guerrero, Jalisco, México, Michoacán, Morelos, Oaxaca y Puebla.
Antiguamente, para los aztecas, el cempasúchil fue una planta ceremonial utilizada para sahumar las festividades, durante los sacrificios humanos, y para elaborar incienso utilizado en distintas celebraciones, indica el Departamento de Fitotecnia de la Universidad Autónoma Chapingo.
Igualmente, los usos culinarios de esta flor también datan de tiempos prehispánicos; sin embargo, no pueden catalogarse de esta manera, pues el propósito, al momento de comer el cempasúchil, era medicinal, según la Universidad Autónoma del Estado de México.
Comer cempasúchil orgánico va directamente ligado a la medicina tradicional, donde a la flor se le atribuyen propiedades curativas para enfermedades físicas y sobrenaturales. De ahí que ingerir esta planta, libre de pesticidas, propicia beneficios para la salud del consumidor.
Los pétalos de la flor de cempasúchil presentan un alto contenido de carotenoides, los cuales son antioxidantes, que reducen el envejecimiento de las células y los efectos de la edad, señala el Jardín Botánico de Fundación Xochitla. Con los pétalos se pueden hacer guisados con pollo o quesadillas como se hacen con la flor de calabaza.
Además, según el Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente del Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), el cempasúchil orgánico ayuda a combatir enfermedades respiratorias. En algunas comunidades de Oaxaca, se preparan bebidas de esta planta, las cuales se emplean como anticonvulsivos.
Por su parte, las infusiones con flor de cempasúchil, libre de pesticidas, son recomendadas para aliviar malestares estomacales, diarrea y cólicos menstruales. Estos remedios son herencia de Veracruz y Puebla, indica Adriana Castro, doctora en el Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente del Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR).
Las hojas de la flor de cempasúchil también se pueden utilizar para preparar jugos, los cuales sirven como diuréticos, pueden llegar a reducir la fiebre, regular la menstruación y ayudan a mantener el hígado sano, según la Facultad de Ciencias Agrícolas de la Universidad Autónoma del Estado de México.
De igual manera, estudios científicos confirman que el cempasúchil orgánico tiene propiedades antibacterianas, esto quiere decir que el consumo de la flor mata o inhibe la multiplicación bacteriana.
Sumado a sus propiedades benéficas para la salud, la flor de cempasúchil también es utilizada para dar color a textiles y elaborar insecticidas.