Portugal registró este miércoles 2,072 casos en una jornada, un nuevo récord durante la pandemia y un salto considerable con la media de los últimos días, en los que había sumado poco más de 1,200 infecciones diarias.
Horas antes de que el país eleve su estado de alerta y pase a calamidad, con nuevas restricciones que incluyen prohibición de reunión de más de 5 personas en la calle y espacios cerrados, la Dirección General de Salud (DGS) ha actualizados datos sobre la pandemia.
En las últimas 24 horas se cuentan 2,072 nuevos casos y siete fallecidos por coronavirus.
Preocupa especialmente el número de casos activos, que también muestra una diferencia de 24 horas nunca antes vista: 1,619 casos, que elevan el total de activos a 34,583 personas.
En total, Portugal suma actualmente 91,193 casos y 2,117 muertes por coronavirus desde que empezó la pandemia, que se ha disparado en los últimos días.
"Tenemos que clasificar la evolución de la pandemia en nuestro país como una evolución grave", ha admitido hoy el primer ministro, António Costa, que ha anunciado varias medidas que entran en vigor a partir de medianoche con el estado de calamidad para tratar de contener la expansión del virus.
Entre ellas, además de limitar reuniones a 5 personas, se establece un máximo de 50 si se trata de eventos familiares como bodas o bautizos, y se prepara un proyecto de ley para que próximamente se convierta en obligatorio el uso de la mascarilla en la calle, actualmente solo recomendado.
También se propondrá la obligatoriedad de descargar la app de rastreo del virus, "Stayaway Covid", "en contexto laboral, escolar y académico, en las fuerzas armadas y fuerzas de seguridad y en la administración pública.
Medidas para evitar que sigan aumentando los contagios y con ellos la presión sobre hospitales, en ascenso: según la DGS, este miércoles se registra la mayor subida diaria de ingresados en más de cinco meses, 41 personas, lo que eleva el total de hospitalizados a 957 ciudadanos. De ellos, 135 están en cuidados intensivos.
Las cifras hospitalarias empiezan a inquietar a la comunidad médica, según han expuesto en una carta abierta a la ministra de Salud, Marta Temido, el presidente del Colegio de Médicos, Miguel Guimarães, y sus cuatro antecesores en el cargo.
En la misiva, se sostiene que es necesario "un cambio inmediato de rumbo en la estrategia" del sistema público de salud portugués, dado que en próximas semanas se va a "exigir una respuesta muy superior a la que existe hoy" y recuerda que por ello es importante realizar una inversión "de gran envergadura".
Y mientras los números anuncian la llegada de la segunda ola a Portugal, expertos lanzan avisos para no dejar atrás otro ámbito muy afectado por el coronavirus: la salud mental.
Es una reflexión surgida del foro "Conversaciones en tiempos de pandemia", una iniciativa de la Comisión Nacional para los Derechos Humanos que ha dedicado su tercera sesión, realizada este miércoles de forma telemática, a abordar la salud mental.
Las conclusiones no son halagüeñas, ha explicado en el foro el profesor José Miguel Caldas de Almeida, quien ha distinguido tres impactos diferentes: ansiedad transitoria, depresión y agravamiento de enfermedades psiquiátricas.
Es el paso del primer estadio de la ansiedad y "problemas emocionales", que generalmente están "limitados en el tiempo", a la "depresión o pánico", "que ya sí es enfermedad", es el riesgo más grave que observa este experto a consecuencia de la Covid, un problema "que aún está por llegar" y que "va a atacar ahora" en la segunda ola.