Este sábado, la esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador, Beatriz Gutiérrez Müller, se reunió con el Papa Francisco en El Vaticano, donde le entregó una carta del Ejecutivo federal mexicano al jerarca católico.
En el texto, López Obrador recuerda que hace cinco años saludó al pontífice en El Vaticano y le entregó otra carta donde le expresaba su "admiración por su labor pastoral en favor de los pobres y humildes del mundo".
El mandatario señala que ha pasado el tiempo y el Papa sigue siendo "un hombre de ideas y su proceder es consecuente con ellas", por lo que continúa manteniendo respeto ante el dirigente religioso y jefe de Estado.
López Obrador asegura a Francisco que representa "a un gobierno que está llevando a cabo un profundo proceso de transformación cuyo distintivo es la honestidad, la justicia y la austeridad, así como el respeto al prójimo".
En ese sentido, expresa que "estas convicciones y principios se inspiran en los más destacados acontecimientos históricos de México, porque en ellos están las grandes lecciones que han recibido en distintas etapas nuestro pueblo y sus dirigentes. Tan es así que este es el motivo principal" de la visita de Gutiérrez Müller, quien según AMLO, busca obtener códices y documentos que puedan exponerse el próximo año en el marco de los 700 años de la fundación de México-Tenochtitlán, los 500 años de la invasión colonial española y el bicentenario de la Independencia, el cual, recordó el presidente, fue encabezado por dos sacerdotes "buenos y rebeldes", Miguel Hidalgo y Costilla, y José María Morelos y Pavón.
El Ejecutivo federal destacó que ambos lucharon por la justicia y que su "profundo amor al pueblo los llevó a pagar con sus vidas la anhelada libertad de nuestra patria".
Además, aparte de enaltecer los logros de estos dos personajes y solicitar los códices y documentos, López Obrador reiteró que con motivo de los hechos históricos y las próximas celebraciones, "tanto la Iglesia católica, la Monaquía española y el Estado mexicano debemos ofrecer una disculpa pública a los pueblos originarios que padecieron de las más oprobiosas atrocidades para saquear sus bienes y tierras, y someterlos, desde la Conquista de 1521 hasta el pasado reciente".
El presidente advierte que ellos "merecen no solo esa actitud generosa de nuestra parte sino el compromiso sincero de que nunca, jamás, se cometerán actos irrespetuosos a sus creencias, culturas y, mucho menos, se les juzgará o marginará por motivos económicos o racismo".
Además, consideró que "sería un acto de humildad y a la vez de grandeza que la Iglesia católica, independientemente del debate de si Miguel Hidalgo y Costilla fue excomulgado o no, reivindicara la gesta histórica del Padre de nuestra Patria".
Finalmente, AMLO deseó mantener las buenas relaciones con el jerarca católico, y puntualizó también su confianza en que Francisco considere que en vez de afectar a la Iglesia católica una referencia en honor a Hidalgo y Morelos, la enaltecería y causaría la felicidad de la mayoría de los mexicanos, señalando que "solo su sensibilidad podría entender la trascendencia de este acto de contricción histórica.