México.- La autoridad electoral de México anunció este viernes que los diputados Porfirio Muñoz Ledo y Mario Delgado empataron en la elección interna para liderar el oficialista Movimiento Regeneración Nacional (Morena, izquierda), del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El Instituto Nacional Electoral (INE) informó que en la encuesta para decidir el nuevo presidente del partido Muñoz Ledo obtuvo un 25.34 % de los apoyos, mientras que Delgado un 25.29 %, por lo que se deberá resolver el empate mediante una nueva votación.
Adriana Menéndez quedó tercera con un 19.18 %, Yeidckol Polevnsky cuarta con un 16.61 % y Hilda Mirna Díaz Caballero quinta con un 13.58 %.
"Los resultados de las tres bases de datos integradas no permiten dar un ganador claro a la presidencia del partido Morena", concluyó el INE en su presentación de resultados, puesto que los márgenes de error de los candidatos punteros se solapan.
Ante este resultado, el instituto electoral planteó que debe "realizarse una nueva encuesta" para aclarar cuál de los dos candidatos favoritos asume la presidencia del partido.
En cambio, el INE declaró como nueva secretaria general del partido, el segundo cargo más importante de Morena, a la senadora Citlalli Hernández, puesto que obtuvo el 21.44 % de los apoyos, muy por delante del resto de aspirantes.
El caos en la dirección de Morena comenzó cuando López Obrador, quien creó el partido, dejó el liderazgo de la formación para competir en las elecciones presidenciales de 2018.
Su sustituta, Yeidckol Polevnsky, debía convocar en noviembre del año pasado una elección interna para renovar la dirección, pero lo aplazó indefinidamente por irregularidades en el censo y por conflictos entre sus facciones.
Tras esta decisión, sectores del partido impulsaron un congreso extraordinario en contra de la presidenta del partido y la sustituyeron por el diputado Alfonso Ramírez Cuéllar bajo el encargo de retomar la elección interna, que tampoco fue concretada por la pandemia de COVID-19.
Por eso, el pasado agosto, el Tribunal Electoral ordenó al instituto electoral resolver la renovación de la dirección mediante una polémica encuesta abierta a la población, ya que el partido no tiene un censo "confiable".
Esta encuesta generó suspicacias dentro del partido porque se habría la posibilidad de que personas ajenas a Morena participaran en la elección de su nuevo líder.