Francia colocó este jueves Lyon, Lille, Grenoble y Saint-Etienne en alerta máxima por la rápida expansión del coronavirus en esas ciudades, que afrontarán desde el sábado nuevas restricciones, como el cierre de bares, para frenar ese avance.
La alerta máxima se declara cuando la tasa de incidencia supera los 250 positivos por cada 100,000 habitantes entre la población en general y los 100 casos entre las personas mayores, así como cuando al menos el 30 % de las camas de las ucis están ocupadas por pacientes de COVID-19.
Hasta ahora, entraban ya en ese criterio París, Marsella, Aix-en-Provence y Guadalupe (Antillas), aunque el ministro de Sanidad, Olivier Véran advirtió la semana pasada de que la situación en esas otras ciudades era preocupante y de que si no mejoraba también se incluirían en esa clasificación.