Italia registró 4,458 contagios de coronavirus en las últimas 24 horas (frente a los casi 3,700 del miércoles), el mayor aumento desde el 11 de abril, si bien los test diagnósticos siguen al alza, según los datos difundidos hoy por el Ministerio de Sanidad.
El país ha contabilizado 338,398 personas infectadas desde que se desató la emergencia, el pasado 21 de febrero, con los primeros casos autóctonos.
Con el dato de hoy se confirma la tendencia al alza en el número de contagios que preocupa a las autoridades italianas, pues para constatar un aumento similar hay que remontarse a los tiempos del confinamiento, el 11 de abril, con 4,694.
No obstante ahora se hacen muchas más pruebas que antes y desde ayer se ha alcanzado la cifra récord de 128,000 test.
Por otro lado desde ayer han muerto 22 personas, una cifra en la media de los últimos días y que eleva el balance provisional a las 36,083 víctimas mortales por el patógeno en Italia.
Actualmente en Italia unas 66,000 personas padecen la COVID-19 pero la gran mayoría se encuentra aislada en sus domicilios con síntomas leves o sin ellos. Crecen sin embargo los hospitalizados, en 164, y los pacientes en cuidados intensivos, 21 más que ayer.
Con este contexto Italia trata de poner coto a la expansión de un virus que en otros países europeos parece más desatado.
El Gobierno aprobó anoche un decreto con el que se establece la obligación de usar la mascarilla siempre, también al aire libre, y además se ha extendido el estado de emergencia hasta el 31 de enero de 2021, pues expiraba el 15 de octubre.
El consejero del Ministerio de Sanidad, Walter Ricciardi, animó a seguir realizando más pruebas diagnósticas para evitar que a finales de año se llegue a los 16,000 casos diarios, una cifra incluso superior a la confirmada en la primera ola de la primavera.
Las armas para evitar ese destino, explicó a la agencia ADNKronos, son siete: "distancia, mascarilla, higiene de manos, la aplicación de trazado de contactos Immuni, la vacuna contra la gripe, reforzar de las unidades de cuidados intensivos y urgencias y más pruebas".
El ministro de Sanidad, Roberto Speranza, ha avisado de que aunque Italia tenga menos casos que otros países de su entorno, los contagios "crecen desde hace nueve semanas y crecerán aún más como está ocurriendo en el resto del continente".
En cuanto a la protección de las fronteras, desde hoy Italia hará una prueba diagnóstica a quienes lleguen de Bélgica, Países Bajos, Reino Unido y República Checa, una disposición que ya se aplicaba a los que procedían de España y Francia.
Por contra se ha sacado de la lista a quienes vengan de Croacia, Gracia y Malta, que no deberán realizarse el test a su llegada a Italia.