Cuba reportó este miércoles 15 nuevos positivos de COVID-19 y solo uno de ellos pertenece a La Habana, cifras que reflejan un descenso de los contagios y una tendencia al control de la enfermedad en la segunda ola que afecta al país caribeño.
La provincia central de Sancti Spíritus, la más afectada estos días, registró 10 casos la víspera y mantiene activos 4 eventos de trasmisión y 5 controles de focos, de acuerdo al informe diario del Ministerio de Salud Pública (Minsap).
El estudio de 6,807 muestras PCR en el país también detectó tres infecciones en la provincia centro-norteña de Ciego de Ávila, mientras en occidente Pinar del Río y La Habana notificaron un caso cada una.
El director de Epidemiología del Minsap, Francisco Durán, manifestó su sorpresa por la reducción de los contagios en la capital cubana, que durante meses mantuvo una elevada tasa de incidencia de la enfermedad que la mantuvo rezagada en la desescalada.
Al informar del único caso diagnosticado ayer entre más de 4,200 muestras PCR en la urbe habanera, el doctor Durán afirmó que "sí es posible" contener la pandemia con "responsabilidad y disciplina".
Ese resultado se observa tras las medidas de mayor rigor epidemiológico aplicadas en septiembre, que incluyeron un inédito toque de queda nocturno, la suspensión del transporte público y del curso escolar y la incomunicación de la ciudad con el resto del país.
Las autoridades habaneras decidieron flexibiliza algunas de esas restricciones desde la pasada semana, pero la capital -la zona más poblada de Cuba con 2,1 millones de habitantes- permanece en fase de "transmisión autóctona limitada", en la que aún rigen medidas para lograr el control del rebrote surgido a finales de julio pasado.