Chile sumó este miércoles 1,131 nuevos casos del coronavirus SARS-CoV-2 y 20 nuevos muertos por la COVID-19, lo que eleva a 474,440 infectados totales y 13,090 decesos desde principios de marzo y evidencia la estabilización de la pandemia en la mayor parte del país, a excepción del sur, donde el rebrote se agudiza.
Al número total de muertos habría que añadir más de 4,500 decesos "sospechosos" o "asociados" a la COVID-19, que están a la espera de la confirmación con un PCR, por lo que el balance total superaría los 17,500 muertos.
"Se continúa registrando una disminución de los casos nuevos, alcanzando 12 % a nivel nacional en los últimos siete días", dijo el ministro chileno de Salud, Enrique Paris.
La situación en la austral Región de Magallanes, sin embargo, continúa agravándose y su tasa de incidencia por cada 100,000 habitantes es más del doble que la media nacional (2.743.6), pese a tener apenas 180,000 habitantes.
La mayor parte de la región, incluida Punta Arenas, su capital, se encuentra en cuarentena, a diferencia del resto del país que avanza en el plan de desconfinamiento y apertura gradual de la economía.
"El autocuidado es fundamental para evitar los contagios, incluso en el hogar, debemos seguir respetando estas medidas", agregó por su parte la secretaria de Salud Pública, Paula Daza.
En las últimas 24 horas, se realizaron además 19,706 exámenes PCR, lo que deja una tasa de positividad del 5.7 % y eleva a 3.5 millones los test realizados a nivel nacional.
Chile, que se encuentra con toque de queda nocturno y bajo estado de excepción por catástrofe hasta mediados de diciembre y mantiene aún las escuelas y las fronteras cerradas, es el decimocuarto país del mundo con más contagios, según la estadounidense Universidad Johns Hopkins.