La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) confirmó este lunes su ofrecimiento de enviar a un equipo de expertos independientes a Rusia para que participen en la investigación del presunto envenenamiento del opositor ruso Alexei Navalni con el agente nervioso 'Novichok'.
La OPAQ explicó que Moscú le pidió el pasado jueves "considerar el envío de expertos" técnicos a Rusia para "cooperar" con los especialistas rusos en la investigación del presunto uso de armas químicas contra Navalni, a lo que la organización contestó que estaba "dispuesta a proporcionar la experiencia solicitada y el despliegue de un equipo de expertos".
Sin embargo, el director de la OPAQ, el diplomático español Fernando Arias, instó a Moscú a "aclarar" el tipo de "conocimientos especializados" y asistencia que requiere de la organización, en base a la Convención sobre la Prohibición de Armas Químicas.
A mediados de septiembre, la OPAQ confirmó que había enviado a un equipo de expertos a Berlín a "recoger muestras biomédicas" de Navalni, y anunció estar "brindando asistencia técnica" en la investigación a Alemania, después de que expertos alemanes descubrieran que el agente Novichok fue la "fuente de la intoxicación" sufrida por Navalni.
Navalni se sintió mal a bordo de un avión que regresaba a Moscú desde Tomsk (Siberia) el pasado 22 de agosto, lo que obligó a realizar un aterrizaje de emergencia en Omsk, donde el opositor ruso fue ingresado en coma antes de ser trasladado a un hospital de Berlín, donde logró recuperarse en las últimas semanas.
En una entrevista con "Der Spiegel" el pasado jueves, Navalni, que abandonó ya el hospital alemán después de recibir tratamiento durante 32 días, acusó al presidente ruso, Vladímir Putin, de ser el responsable de su envenenamiento, una acusación considerada por el Kremlin como "insultante e inaceptable".
Para la OPAQ, cualquier "envenenamiento de una persona mediante el uso de un agente nervioso se considera un uso de armas químicas".
El Novichok fue agregado en noviembre del año pasado a la lista de sustancias prohibidas de la organización, después de su uso en 2018 contra el exespía ruso Serguéi Skripal y su hija Julia en la ciudad británica de Salisbury, un suceso del que Londres, y diferentes países occidentales, también responsabilizaron a Rusia.
En estos momentos, son las relaciones entre Moscú y Berlín las que atraviesan una etapa difícil, agravada por el envenenamiento de Navalni, lo que repite el capítulo de tensiones protagonizado en 2018 en el seno de la OPAQ entre el Reino Unido y Rusia por el uso del mismo arma química contra Skripal en el Reino Unido.