La capital de España y nueve municipios limítrofes, todos fuertemente afectados por la segunda ola de covid-19, afrontan desde este sábado al menos 14 días de restricciones de entrada y salida de personas para contener la epidemia, lo que puede tener consecuencias económicas muy graves, según teme el gobierno regional de Madrid.
Las medidas, que se aplican con normalidad desde las 22 horas (20 GMT) del viernes, son motivo de polémica y tensión política creciente.
Fueron establecidas por el Ministerio español de Sanidad, pero criticadas duramente y recurridas judicialmente por las autoridades madrileñas.
Madrid, considerado el primer motor económico de España, prevé una caída anual del 17 % del Producto Interior Bruto (PIB) regional con las nuevas limitaciones de circulación de personas y otras impuestas a las actividades comerciales y de hostelería, lo que supondrá perder 18.000 empleos a la semana, alertó hoy el responsable regional de Hacienda, el conservador Javier Fernández-Lasquetty.
La economía madrileña supuso el 19,2 % del PIB español en 2018.
Por su parte, el jefe del Ejecutivo nacional, el socialista Pedro Sánchez, aseguró que la prioridad es "atajar la pandemia radicalmente" para que la recuperación económica "pueda desplegarse con toda su potencia".
"Si no hay salud, no hay economía", subrayó en un foro celebrado en la isla de La Toja (Pontevedra, noroeste español).
Uno de los mayores perjuicios para España debidos a la pandemia fue la pérdida de 17 millones de viajeros extranjeros, según los registros de llegadas, y 19.000 millones de euros en ingresos turísticos durante el verano.