Nigeria, el país más poblado y el primer productor de petróleo de África, celebró hoy el sexagésimo aniversario de su independencia con un desfile militar en Abuya, bajo la sombra de la pandemia de la COVID-19.
El acto, en el que participaron aviones de la Fuerza Aérea y hubo bailes tradicionales, se celebró en la céntrica plaza de Eagle Square entre fuertes medidas de seguridad por la presencia de las altas autoridades del Estado, entre ellas el presidente Muhammadu Buhari, quien lucía una mascarilla, al igual que otros dignatarios.
Con todo, el Gobierno calificó la celebración como de "bajo perfil" debido a la pandemia de coronavirus, que ha causado en este país cerca de 59,000 casos, 1,112 muertos y casi 50,400 curaciones; y ha provocado un hundimiento de la economía nacional.
"Soy consciente de que nuestra economía, junto con todas las economías del mundo, está en crisis", admitió Buhari en una alocución dirigida a esta nación de unos 200 millones de habitantes.
"Además de los desafíos de salud pública de trabajar para contener la propagación del coronavirus, hemos sufrido una caída significativa en nuestras ganancias de divisas e ingresos internos debido a la caída del 40 por ciento en los precios del petróleo", subrayó el jefe de Estado.
Pese a la conmemoración de la independencia del Reino Unido, lograda el 1 de octubre de 1960, muchos nigerianos evitaron los festejos y expresaron su enojo por la situación del país, primera economía de África.
Cientos de manifestantes marcharon en Lagos, capital comercial de Nigeria, en protesta por la gestión gubernamental de la actual crisis.
"¿De qué estamos felices? Todos estamos sufriendo el embate de lo que está pasando", dijo a Efe un residente de Lagos que pidió el anonimato, en referencia a los cien millones de pobres que malviven este país.
En un contexto de desempleo e inflación y una infraestructura deficiente, los precios de la electricidad, el combustible y los alimentos se han incrementado drásticamente en las últimas semanas, lo que llevó a los sindicatos a convocar una protesta nacional que fue cancelada pocas horas antes de su inicio este 28 de septiembre.
Además, la insurgencia del grupo yihadista Boko Haram en el noreste de Nigeria, la violencia de los bandidos que asaltan y matan en el noroeste, así como la inseguridad general en el país combinados con quejas por la corrupción están debilitando la unidad nacional, según manifestaron algunos críticos.
"En la independencia, teníamos un liderazgo que estaba dispuesto a sacrificarse por el país", reprochó hoy el comentarista político Mainasara Umar en la televisión estatal, al remarcar que los nuevos líderes sólo piensan en acumular riqueza.
El propio Buhari pidió unidad al país, dividido entre un norte de mayoría musulmana y un sur predominantemente cristiano.
"Si perseguimos nuestras aspiraciones juntos -afirmó el presidente-, podremos lograr lo que queramos".