Inegi informó que, a partir del próximo 8 de octubre de 2020, iniciará la publicación mensual de un nuevo subíndice del INPC, denominado Índice de Precios de la Canasta de Consumo Mínimo (IPCCM).
El propósito de este nuevo indicador económico es dar seguimiento a las variaciones de los precios de una Canasta de Consumo Mínimo integrada por un subconjunto de 176 productos y servicios genéricos de la canasta de 299 genéricos del INPC.
El antecedente inmediato de este esfuerzo se ubica en el Índice de Precios al Consumidor de la Canasta Básica, publicado a partir de 1998, cuyo contenido no refleja un patrón de consumo actualizado, al excluir bienes y servicios de consumo básico como el pollo, la cebolla, el jitomate y otros agropecuarios, así como servicios de agua, educación, salud, taquerías y loncherías, entre otros.
El IPCCM permite medir las variaciones de los precios de los productos que atienden a recomendaciones nutricionales y energéticas en la parte alimentaria, mientras que, en el componente no alimentario, contempla bienes y servicios de carácter esencial como vestido, transporte, salud, educación y recreación, entre otros, acordes a los patrones de consumo de los hogares mexicanos.
Los productos y servicios que conforman la Canasta de Consumo Mínimo fueron retomados del contenido de las canastas alimentarias y no alimentarias de los ámbitos rural y urbano, a partir de las que se definen las líneas de pobreza por ingresos que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) emplea para la medición multidimensional de la pobreza en México.
La construcción de las líneas de pobreza del Coneval, mediante la elaboración de las canastas alimentaria y no alimentaria, tiene la finalidad de construir umbrales específicos para el contexto mexicano, que permitan ser una referencia para determinar si lo que perciben las personas es suficiente para adquirir los productos de las canastas. Por lo tanto, las líneas de pobreza por ingresos no constituyen en sí una recomendación del patrón de gasto que deben adoptar los hogares mexicanos para cubrir todas sus necesidades, ya que la estructura de gasto depende de las necesidades, disponibilidad de bienes de consumo y preferencias específicas de cada individuo y hogar.
En virtud de las modificaciones en el patrón de consumo de los hogares, y de acuerdo con la actualización de la metodología multidimensional de la pobreza, el CONEVAL actualizó las líneas de pobreza por ingresos con la información proporcionada por la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2016.
Para dicha actualización, se retomaron los criterios de la construcción de las líneas de pobreza por ingresos de 2006, basados en dos principios: que su contenido fuera acorde con el consumo habitual de los hogares mexicanos, y satisficiera los requerimientos nutricionales y económicos.