Si de un jefe político se habla, puntualiza, en su caso es Andrés Manuel López Obrador.
Mario Delgado busca llegar a la dirigencia nacional de Morena entre cuestionamientos, pero, sobre todo, el señalamiento de ser parte de la agenda política que tiene el titular de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.
En entrevista con EL UNIVERSAL, advierte tajante que no es incondicional de nadie y reconoce que su carrera pública la inició al lado de Ebrard, pero, dice, no quiere decir que de ello dependa su vida profesional.
Si de un jefe político se habla, puntualiza, en su caso es Andrés Manuel López Obrador.
Este sábado, EL UNIVERSAL publicó una entrevista con Porfirio Muñoz Ledo, también candidato a la dirigencia de Morena y quien señala que detrás de Delgado está la intención del canciller de quedarse con ese partido de cara a 2024.
¿Sabe cómo va en el proceso de renovación interna?
—Creo que tardó demasiado este proceso de renovación.
Hace un año que el Presidente de la República nos sugirió que se utilizara la encuesta, porque él entendía muy bien que era un partido que estaba pasando del esfuerzo de su formación —a partir de la voluntad de miles o millones de ciudadanos que caminaron, que hicieron trabajo territorial, que hicieron trabajo casa por casa— a uno que se había convertido en uno de millones.
Se tomaron otras decisiones, se prefirió ir a los tribunales y, paradójicamente, la autoridad electoral terminó ordenando la encuesta en Morena.
Estamos a la mitad de ese proceso inédito, [el cual], hasta cierto punto, es extraño, pero es lo que tenemos.
Creo que el partido lo pudo haber organizado de mejor manera, más ordenado, con campañas, debates, pero no fue así.
¿Confía en la encuesta?
—Las encuestas, si se sigue un método científico, una metodología clara, son confiables; además, ahora la tecnología permite que sea 100% aplicable.
Dice que Morena es un instrumento del pueblo, más bien se ve que es un instrumento de lucha interna entre grupos políticos...
—Ese no es Morena. Morena no es su dirigencia, es la gente.
La fuerza [del partido] no son sus dirigentes, es el pueblo organizado, por eso debemos dejar ya los tribunales e ir a lo importante: organizar a la gente.
Es lo que nos enseñó Andrés Manuel López Obrador durante más de 20 años.
Si bien Morena no es su dirigencia, sí necesita un liderazgo legitimado...
—Sí, por supuesto que necesitamos una dirigencia. Creo que Morena no supo qué hacer después de la elección de 2018 y yo soy un optimista, no creo que esté en crisis.
Estamos en un proceso natural de transición después de haber pasado de la noche a la mañana de ser un partido, del esfuerzo ciudadano, sin recursos, a ser el más grande en México.
¿Sigue las instrucciones de Marcelo Ebrard?
—Mi trayectoria es pública, trabajé muchos años con Marcelo Ebrard. Yo decidí unirme a Morena desde 2014 y tengo también mi propia trayectoria.
No soy un incondicional de nadie y voy a actuar como dirigente de Morena a partir de los principios y valores de nuestro partido, y me queda claro que mi papel debe ser imparcial.
Mi jefe político es el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
El diputado Porfirio Muñoz Ledo lo acusa de ser alfil de Marcelo Ebrard, ¿afecta eso a su candidatura?
—Yo estoy haciendo un llamado a la unidad, a no polarizar, a no agredirnos, somos compañeros que compartimos el mismo sueño de transformación. Es mucho más grande lo que nos une que lo que nos puede dividir.
¿Está en campaña?, se supone que está impedido...
—Es un proceso raro, hay campaña y no hay campaña, creo que se pudo haber organizado mejor para que sí la hubiera. Lo que estoy haciendo es ir a encontrarme con la militancia en los lugares que me invitan e instarlos a la unidad. Mi propuesta es única: unidad.
¿Considera que este proceso de renovación interna en Morena ha sido legítimo?
—Voy a ser respetuoso de lo que diga la autoridad electoral, yo no he participado en los litigios que se dieron entre algunos militantes [morenistas].
Creo que es tiempo ya de dejar los tribunales e ir a lo importante: a la organización de la gente, ahí está la fuerza de Morena.
¿Cuál es el reto mayor para el partido?
—La organización de la gente. Vamos a blindar a nuestro partido. Hay que recordar que Morena se creó sin dinero y demostró que se puede hacer política sin recursos.
No debemos dejar que el dinero vaya a delimitar a nuestro partido, por eso mi compromiso es regresar la mitad de la prerrogativa.
¿En Morena ya arrancó la carrera rumbo a 2024?
—Yo creo que es adelantar demasiado, tenemos que pensar en cómo consolidar los cambios que estamos viviendo, [pues] no es cosa menor.
[En Morena] tenemos que ir paso por paso y lo primero es sacar adelante 2021.
¿Ha hablado con el Presidente últimamente?
—La última vez fue hace dos o tres semanas.
¿Sobre la renovación de la dirigencia en Morena?
—En algunos momentos hablamos sobre el partido. Él no participa mucho.