Para su próxima pelea
“Soy un esclavo de mis sueños”, dijo alguna vez Sergio Gabriel Martínez. Y lo sostiene en todo momento. Contra muchos pronósticos poco favorables, “Maravilla” volvió al ring luego de seis años de inactividad. Fue el 21 de agosto cuando venció en el Malecón de Torrelavega, Cantabria, España, al español José Fandiño por nocaut en seis rounds. De esa manera la campaña de Martínez quedó en 52 peleas ganadas (29 antes del límite), 3 derrotas y dos empates.
Al mismo tiempo, Martínez –que fue campeón mundial mediano del Consejo-, recibió la promesa de Gilberto Jesús Mendoza, presidente de la Asociación Mundial, de que si todo sigue bien, tendrá una chance mundialista con el japonés Ryota Murata (16 ganadas, 13 antes del límite, 2 derrotas).
“Nunca tuve un título de la Asociación y para mí es un estímulo tremendo”, dijo Maravilla. “No todos están de acuerdo con que ya me hayan ranqueado sexto en la entidad, seguramente por respeto a mis antecedentes, pero… Estoy en el ranking y ahora voy a aprovechar y disfrutar todo lo que no pude hacerlo antes. Tengo más experiencia y más capacidad para ser más efectivo que antes, administrando energías, gracias un gran entrenador como Tinin Rodríguez”.
El elegido para el 5 de diciembre es el finlandés Jussi Koivula, que a los 37 años suma 24 peleas ganadas, con 9 antes del límite, 7 derrotas y un empate.
Se ha estado moviendo entre los pesos welter (66,678 kilos) y ello le dará alguna ventaja ante Martínez al pelear en categoría mediano (72,574). Viene de perder por KOT en 2 asaltos ante Conor Benn –el hijo del dos veces campeón mundial británico Nigel Benn.
Esa pelea, efectuada en Londres el 21 de junio del año pasado, fue por el título Continental welter WBA; Koivula también disputó el cetro europeo en dos ocasiones sin haber podido lograrlo.
Sea como sea, el lema de Martínez, “Sigamos soñando” habla de sus serias intenciones de disputar nuevamente un campeonato mundial. Y como se nota, ni pierde tiempo ni formas de entrenamiento.
Será en diciembre, y todo indica que, como él mismo lo ha expresado, mientras todo siga bien, no se va a detener hasta una pelea con Murata.