Un total de 31 opositores y al menos 4 periodistas han sido detenidos durante las protestas contra el Gobierno de Camerún convocadas hoy, que la Policía ha reprimido con gases lacrimógenos y fuertes disturbios.
Centenares de jóvenes han salido a la calle en varias partes del país, sobre todo en la ciudad de Duala (suroeste), pidiendo la dimisión del presidente, Paul Biya, de 87 años y en el poder desde 1982, en unas protestas que han sido dispersadas por la Policía, que ha lanzado gas lacrimógeno contra los manifestantes.
La capital, Yaundé, ha amanecido bajo el sonido de sirenas y una fuerte presencia policial, ante la amenaza de una protesta multitudinaria.
Un total de 31 militantes del opositor Movimiento por el Renacimiento de Camerún (MRC), que ha convocado las manifestaciones, han sido detenidos cuando se encontraban de madrugada en la puerta de la casa del líder de la oposición, Maurice Kamto.
Kamto, quien quedó segundo en las elecciones de 2018 en unos resultados rechazados por considerarlos fraudulentos, permanece desde ayer en su vivienda de la capital sin poder salir por la presencia de fuerzas de seguridad, que le han impedido acudir a las protestas.
Y como él, "los domicilios de varios altos cargos del partido han sido rodeados por la policía para que no puedan participar en las manifestaciones", según explicó el tesorero del MRC en un comunicado.
Además, cuatro periodistas locales que cubrían las protestas también han sido detenidos, según denunciaron el Sindicato de Periodistas del país y el Comité de Protección de Periodistas, que han pedido su puesta en libertad inmediata.
La oposición viene realizando frecuentes protestas contra Biya -el jefe de Estado que más tiempo lleva en el poder en África después del presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang-, desde las elecciones de octubre de 2018.
Kamto mantiene desde entonces que es el legítimo ganador, escudándose en un documento en el que se indica que habría obtenido más del 39 % de los votos emitidos, por encima del 38 % que consigió Biya, aunque no indica cuál es la fuente de estas cifras.
Además de la creciente violencia en la zonas anglófonas, donde operan grupos armados separatistas, el longevo mandatario camerunés afronta otros problemas, como un alto nivel de desempleo, con una tasa juvenil que excede el 70 %, además de una economía en crisis y una corrupción endémica en sus instituciones.