Alemania ha vuelto a los niveles de contagio del pasado abril, aunque las autoridades consideran que la situación está bajo control, mientras la mayoría de sus ciudadanos se resignan a renunciar por tiempo indefinido a las alegrías en masa.
En las últimas 24 horas se confirmaron 2,297 nuevas infecciones, el nivel máximo desde mediados de abril, según los datos actualizados la pasada madrugada por el Instituto Robert Koch (RKI).
El cómputo de infecciones desde el inicio de la pandemia, en el país de más peso demográfico de la Unión Europea (UE), se sitúa en las 270,000 -de los cuales 239,800 son pacientes recuperados-, con 9,384 víctimas mortales, seis de las cuales en las últimas 24 horas.
"Nuestro sistema sanitario puede afrontar esta situación", apuntó, a través de su cuenta en twitter, el ministro de Sanidad, Jens Spahn. En Alemania, país donde ni en los momentos más álgidos hubo confinamiento de la población, no se contemplan restricciones a la vida pública y económica como ocurrió entre marzo y abril. Pero sí a la adopción de medidas puntuales, de ámbito regional o local.
El repunte es continuado, pero se está lejos del pico de marzo, con más de 6,000 contagios diarios. A mediados de abril se empezó a bajar, para situarse entre mayo y junio en 300 o 350 diarios.
En julio empezó a notarse el repunte; a mediados de agosto se llegó a los 2,000, coincidiendo con el regreso de las vacaciones.
El factor de reproducción "R" está en ascenso, pero aún en niveles asumibles -1,16 hoy, frente al 1,07 del día anterior. Un valor de 1 implica que un infectado contagia de media a otra persona.