El Olympique de Marsella (OM) salió este lunes a su vez en apoyo de su defensa español Álvaro González, al que el delantero brasileño Neymar había acusado de racista al asegurar que durante el partido del domingo le llamó "mono hijo de puta".
"Álvaro González no es racista. Nos lo ha demostrado en su comportamiento diario desde su llegada al club y así lo han afirmado ya sus compañeros", indicó su equipo en un comunicado.
El desencuentro entre ambos jugadores en el partido de ayer, que el París Saint-Germain (PSG) perdió por 0-1, saltó este lunes a sus respectivos clubes cuando estos salieron en defensa de sus futbolistas.
"No hay lugar para el racismo en la sociedad, el fútbol y nuestras vidas", dijo el PSG, que en su comunicado pidió "que todo el mundo se pronuncie contra todo tipo de racismo".
Neymar recibió una tarjeta roja después de que los responsables del VAR pidieran al árbitro que revisara una imágenes en las que cacheteaba repetidamente la cabeza de González.
"Ahora quiero ver la imagen del racista llamándome 'mono hijo de puta'... Yo fui expulsado ¿y él?", dijo en Twitter el jugador brasileño, quejándose de la actuación arbitral.
Antes de que el OM intercediera a su favor, el defensa central español había negado tener ese comportamiento racista: "No existe lugar para el racismo. Carrera limpia y con muchos compañeros y amigos en el día a día", sostuvo.
El encuentro, que supuso la primera victoria del OM sobre el PSG desde 2011, terminó con las expulsiones de Neymar, Kurzawa y el argentino Paredes por el equipo parisino y de Amavi y el también argentino Darío Benedetto por los marselleses.
La LFP se reunirá este miércoles para decidir las sanciones a esos cinco jugadores expulsados y determinar el número de encuentros al que podrían ser vetados. La reunión podría ocuparse también de las acusaciones de racismo.
El Marsella añadió en su nota que está a dispuesto a cooperar plenamente con la comisión de disciplina en su investigación y consideró que la polémica desatada "es grave".
El equipo condenó entre otros puntos "la difusión de números de teléfono privados de Álvaro González y su entorno en los medios y las redes sociales brasileñas", lo que según su comunicado ha provocado que hayan recibido amenazas de muerte.
El OM se autocalificó además de símbolo del antirracismo en el deporte profesional francés, "dada su historia y la de la ciudad de Marsella, la diversidad de sus tribunas y la lucha sin descanso que ha tenido desde siempre para erradicar esa plaga".