LISBOA, 14 septiembre.
Uno de los doce forcados que fueron embestidos en la corrida a la portuguesa celebrada el pasado fin de semana en Reguengos de Monsaraz (Portugal), permanece en coma inducido en un hospital de Lisboa, debido a las lesiones graves que presenta en el hígado.
La tragedia ocurrió durante la madrugada del sábado al domingo, en el tercer astado, cuando João Rosmaninho, forcado del grupo de São Manços, fue empitonado contra uno de los burladeros del coso.
Según informó hoy, lunes, a EFE el cabo de este grupo de forcados, João Fortunato, esa misma noche fue trasladado al hospital más cercano, en Évora, en el que fue operado de las lesiones que presentaba en el hígado.
Y en las últimas horas fue derivado al Hospital Santa María de Lisboa, en el que se encuentra ingresado en "coma inducido", según confirmó el propio cabo, aunque "permanece estable" desde las últimas horas.
Algunos expertos que estaban en el coso, como el empresario taurino Rui Bento, aseguraron a EFE que fue una jornada "muy angustiosa".
Los toros eran de la ganadería lusa de Fernandes de Castro, cuya sangre procede del prestigioso encaste de Salamanca (España) Atanasio Fernández y resultaron ser muy "violentos y agresivos".
"Tuve la sensación de que el forcado había muerto allí" en el coso, comentaba a EFE Rui Bento, que insistió en el "ambiente impactante" que hubo durante toda la corrida.
Debido a la agresividad de los toros, los forcados tuvieron que protagonizar hasta 28 pegas (momento en el que reciben al toro a cuerpo limpio para inmovilizarlo en el coso).
Además de los forcados de São Manços, también saltaron al albero de Reguengos los forcados de Monsaraz.
Junto al joven herido de gravedad, también fueron trasladados en ambulancia otros once forcados, aunque todos están ya fuera de peligro y se recuperan en sus casas.