La líder opositora bielorrusa en el exilio, Svetlana Tijanóvskaya, avisó hoy al presidente de Rusia, Vladímir Putin, que todos los acuerdos con el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, no tendrán valor y serán revisados por las nuevas autoridades del país.
"Quiero recordar a Vladímir Putin que acuerden lo que acuerden en la reunión de Sochi, ello no tendrá valor. Todos los acuerdos firmados por el ilegítimo Lukashenko serán revisados por las nuevas autoridades, porque el pueblo le retiró la confianza en las elecciones", declaró Tijanóvskaya, citada por su oficina de prensa.
Lukashenko llegó hoy a Sochi, balneario ruso a orillas del mar Negro, para reunirse con Putin y abordar "asuntos clave" del desarrollo de las relaciones estratégicas ruso-bielorrusas y de los "procesos de integración en el marco de la Unión Estatal de Rusia y Bielorrusia", según la Presidencia rusa.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, adelantó que no está prevista la firma de ningún documento tras las conversaciones entre los dos mandatarios, que se reunirán a solas, según la agencia oficial bielorrusa Belta.
Tampoco se prevé una rueda prensa al término de la reunión de Sochi, la primera que mantiene Putin con Lukashenko desde las elecciones presidenciales bielorrusas del 9 de agosto, que detonaron la mayor crisis política en la historia postsoviética de ese país.
La misma noche de los comicios, al anunciarse los primeros resultados, que daban la victoria a Lukashenko con más del 80 % de los votos y que concedían a Tijanóvskaya solo en torno al 10 %, estalló una ola de protestas en todo el país que hoy entró en su sexta semana.
"Lamento mucho que hayáis decidido dialogar con un usurpador, y no con el pueblo de Bielorrusia", señaló Tijanóvskaya, dirigiéndose a las autoridades rusas.
Las presidenciales bielorrusas fueron rechazadas por fraudulentas por la oposición y no han sido reconocidas por los países de la Unión Europea y otros Estados occidentales.
Putin no solo reconoció la legitimidad de las elecciones bielorrusas y le brindó todo su apoyo a Lukashenko, en el poder hace 26 años, sino que se comprometió a enviar a Bielorrusia una fuerza policial en caso de que la situación se descontrole.
A día de hoy, la ola de protestas populares en Bielorrusia ha dejado un balance de seis muertos, según la oposición, centenares de heridos y cerca de 10,000 detenidos, entre ellos decenas de periodistas.