Las autoridades brasileñas y paraguayas lanzaron este viernes una operación conjunta en la que embargaron "más de 230 millones de reales (43,3 millones de dólares)" en bienes de narcotraficantes que actúan a ambos lados de la frontera.
La acción tiene como objetivo combatir el lavado de dinero y asfixiar financieramente a importantes traficantes ligados al Primer Comando de la Capital (PCC), la mayor organización criminal de Brasil, y a otras organizaciones delictivas.
La Policía Federal de Brasil informó en una nota que cumple órdenes judiciales para detener a ocho personas y aprehender 42 inmuebles, 2 haciendas y 75 vehículos, embarcaciones y aeronaves, adquiridos por los líderes de esos grupos y cuyo valor alcanza los 80 millones de reales (15 millones de dólares).
En Paraguay, las autoridades de ese país buscan a otros cuatro sospechosos y embargar diez inmuebles valorados en 150 millones de reales (28,3 millones de dólares).
De acuerdo con la investigación, los sospechosos eran los encargados de blanquear el dinero obtenido del tráfico de cocaína a través de testaferros y empresas fantasma, como constructoras, inmobiliarias, tiendas de vehículos de alta gama, entre otras.
Esa organización especializada "en el blanqueo de grandes volúmenes de valores ilícitos", según las autoridades, también contaba con una red de cambistas afincados en Paraguay y con operadores en diferentes ciudades de la geografía brasileña.
El mes pasado, Brasil detuvo a varios familiares de Jarvis Pavao, presunto jefe del tráfico de drogas en la frontera entre Brasil y Paraguay y considerado un importante socio del PCC.
El PCC es considerado como la facción criminal más poderosa de Brasil y en los últimos años ha extendido sus redes de narcotráfico por todo el país.
El grupo está supuestamente comandado desde prisión por Marcos Willians Herbas, alias "Marcola", recluido en una cárcel de máxima seguridad de Brasil.